
Los Pumas tomaron como ejemplo el clima en Ciudad Universitaria: Estuvieron grises y nublados todo el juego ante el Santos, que aprovechó la situación para golearlos (5-1), pero pudieron ser más, ya que el VAR salvó a los felinos de otros dos.
El color, la lucha y esa garra que habían caracterizado a los dirigidos por Andrés Lillini desapareció. Los Guerreros bailaron a los frágiles universitarios.
Harold Preciado comenzó el festín, con un remate de cabeza que, tras revisarse en el video arbitraje, contó (30’).
Ganar la espalda de la defensa universitaria fue el camino que siguió Preciado. Al 39’, de nueva cuenta su marca se perdió y cruzó al arquero Julio González.
Jerónimo Rodríguez empeoró el panorama al olvidarse del balón y cometer falta sobre Jair González. El árbitro Marco Antonio Ortiz señaló penalti y Fernando Gorriarán marcó.
Los abucheos comenzaron a escucharse en las gradas de Ciudad Universitaria, para todo el equipo, pero se intensificaron cada que el portero González y Dani Alves tocaban balón.
El idilio con el astro brasileño se terminó.