Garrapatas de siempre

POR: EL PEQUEÑO TIMMY

Dicen, no me consta, que existen en Hidalgo varias garrapatas que viendo gorda la vaca Morena, se pegaron para chupar lo que pudieran, y no, no estoy hablando del Grupo Universidad en esta ocasión (hay que dejarlos respirar tantito), aunque quién sabe, igual y en una de esas, esas garrapatas nefastas se han convertido en marionetas de la Sosa Nostra, el nombre de una agrupación que últimamente ha sonado desde la capital del país hasta Baja California. 

No voy a decir el nombre del cantante que borracho va y patea las puertas del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) o que para poder acrecentar su fama, utiliza la vida personal de los adversarios creyendo que aún figura en las revistas de espectáculos, por que al igual que su homólogo “el marinerito” que le gusta navegar en baches, pareciera más bien una garrapata que asegura no vivir de la política pero que se le ve con su bolsita de mandado para negociar en cada proceso electoral.

Claro que los conocemos, son los pirruris de la política que sólo saben ir por puestos sin trabajar, que se pegan como garrapatas hasta quedar tripones y se van a descansar. Bueno eso dicen pero no me consta. Sin embargo, son ellos los que ahora están entorpeciendo los trabajos dentro de un partido al que juraron “iban a sumar” y ahora pareciera que les pagan por dividir.  La verdad es muy dudoso su actuar, después de los berrinches que hicieron al no haber podido tener una candidatura a una presidencia municipal. 

Y es dudoso por que a los dos personajes les antecede un actuar oscuro y perverso, una ambición desmedida por el poder y por seguir comiendo de las negociaciones que hacen con los adversarios políticos, por que al igual que a las garrapatas no les interesa alimentar a la vaca sino sólo alimentarse de ella. Ellos, son los que buscan echar a perder el proyecto de cambio para Pachuca, los que a toda costa quieren hacer caer al candidato en turno, son ellos, las garrapatas de la política que Morena no se ha podido sacudir. 

El gran error que deberá aprender Morena, en Hidalgo como en otros estados, es a no dejar que estas garrapatas se peguen, el precio ha salido muy caro para el partido que por una parte busca ser la esperanza de México y luchar contra la corrupción pero por el otro negocia y se asocia con personajes como los que ahora carcomen la vida interna del partido, en  tanto los morenistas de hueso colorado, los perfiles de la izquierda se quedan sólo mirando. 

Se vislumbran varias derrotas para Morena, por perfiles de falsos morenistas que lograron las candidaturas como la de Tula o la de Tulancingo, y podrían perder otras por la ambición desmedida de garrapatas como las que ya hemos mencionado y otras como la familia de Tianguistengo que se niega a dejar el poder en manos que no tengan el apellido Rodriguez Villegas. Dicen, a mi no me consta. 

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