#TIGRES
“Sufrimos, pero somos mejores”
- Javier Aquino coincide: “Esto que se vivió no era lo que esperábamos, pero bueno, será un buen recuerdo. Levantamos la copa, es lo que cuenta, pero no hicimos un buen partido
“Sufrimos demasiado, quizá de más, pero merecemos este título”. Ferreti
Los jugadores de Tigres no pueden dar un paso más. Las huellas de la batalla se notan en sus ojos, en sus rostros, en sus cuerpos, están desgastados, están fundidos y todos coinciden en lo mismo: “Sufrimos demasiado, quizá de más, pero merecemos este título”.
Ricardo Ferretti se quiere esconder en la algarabía. “El Tuca”, que perderá su famoso bigote por segunda ocasión en menos de un mes, no festeja, se ríe poco. El brasileño ya está pensando en lo que viene, en lo que sigue, el por qué sus Tigres sufrieron tanto y es que así es el “Tuca”, algo que nunca cambiará.
No se siente frío en CU, porque los Tigres, los campeones, han calentado el ambiente.
Nahuel Guzmán, el héroe en la tanda de penaltis no deja de saltar, “feliz, feliz, es parte del laburo (trabajo), del día a día, eso es lo que da los logros, es por eso que somos campeones”, dice. No quiere hablar de lo que se sufrió, “porque al final ganamos, eso es lo que importa”.
Pero sus compañeros son más sinceros, aceptan que no esperaban una final así, con tanto drama, con tanto sufrimiento. “Sufrimos porque así lo quisimos, no debimos jugar así, pero al final merecimos lo que tenemos. Ahora a celebrar con la gran afición que tenemos”, grita José Rivas, la famosa”Palmera”, símbolo de los felinos.
Javier Aquino coincide: “Esto que se vivió no era lo que esperábamos, pero bueno, será un buen recuerdo. Levantamos la copa, es lo que cuenta, pero no hicimos un buen partido, no supimos manejar la ventaja. Pumas nos hizo sufrir, fue un digno rival, tiene todo su mérito” y no se olvida dedicarlo, “a mi pueblo, Ixhuatán, Oaxaca, es para ellos”.
Y es que ya se la debían a los Tigres, “ya era justo, dijo Ejidio Arévalo.
**
#CERTAMEN MEXICANO
André-Pierre Gignac, la gran figura de la Liga MX
Pocas, muy pocas figuras llegan de Europa al futbol mexicano, y cuando arriban en su mayoría es para arrastrar el prestigio, para sólo vivir del recuerdo de las glorias ya muy pasadas.
Pero a eso no vino André-Pierre Gignac, francés que sorprendió a propios y extraños al abandonar Europa y aventurarse en el futbol mexicano con grandes resultados.
Gignac, de apenas 30 años, tenía ofertas de clubes del viejo continente, pero eligió a México porque “quería tener paz, y no pensar en todo lo que ocurre en Francia”, dijo a su llegada.
Y desde un principio demostró que no venía a pasear. Hombre de buen físico, de gran técnica individual y que hace fácil lo que es más difícil en el llamado “juego del hombre”, marcar el gol. Desde que pisó la primera cancha mexicana maravilló con su profesionalismo y con su compañerismo, porque a pesar de ser la figura, siempre se veía en el europeo un gesto de agradecimiento al compañero que le dio el pase, al técnico que lo hizo jugar, y hasta cuando tenía que actuar de forma defensiva, lo hacía sin miramientos, sin poses de figura.
En la Liga, robó haciendo goles de todo tipo y en la Liguilla mantuvo su nivel, no se escondió como muchos, no puso pretextos al cansancio, sino que siguió con su misión, ser el mejor del torneo.
En la gran final, André-Pierre Gignac se vistió de crack, con un Pumas desbocado él esperó la oportunidad, el momento preciso para, como depredador, anotar el gol.