#CHIVAS

Salcido se descarta para ir a Tijuana

• El DEFENSA ADMITIÓ que se siente molesto consigo mismo, debido a que no se ha podido recuperar por completo, situación que le incomoda mucho al de Ocotlán

DECLARACIÓN

“He estado entrenando con el equipo, pero todavía no estoy al 100 por ciento”, Salcido.

Es un tipo que no se anda con rodeos. Va directo y sin temor. Expresa lo que siente, así como va. Por eso, Carlos Salcido es claro cuando se enfrenta a los medios de comunicación: se descarta para el partido de este viernes ante Tijuana, pues el tobillo le duele nuevamente y confiesa su molestia por no superar la lesión. 

“He estado entrenando con el equipo, pero todavía no estoy al 100 por ciento. Lamentablemente me sigue doliendo el tobillo y creo que seguiré con el tratamiento, con la terapia, tratando de llegar al 100 para ayudar al equipo como se debe. Hablaré con el profesor, pero es difícil que viaje”, sentencia. 

“Estoy muy molesto, hermano, esa es la verdad, estoy desesperado, molesto conmigo mismo, porque no estoy acostumbrado a estar en un gimnasio haciendo terapia. La gente de Chivas me ha aguantado bastante. Me desespera, pero también sabemos que debemos tener calma, tranquilidad para hacer caso y regresar fuertes”, añade. 

Sabe que el equipo no ha resentido su ausencia. Los jóvenes lo han hecho bien. Y no teme tener que calentar el banquillo cuando regrese. “Sin problema. Me tocó ya, sé cómo es el futbol. Me tocó una lesión estando en Inglaterra que duré como un mes y tres semanas más en la banca esperando una oportunidad, porque el jugador que estaba lo hacía bien. Cuando vuelva, estoy a disposición del entrenador, si estoy en la banca, ahí ayudaré, si juego 10 minutos, ahí voy a estar. No tengo problemas con eso”, asevera. 

Apuesta por el “Tuca”. Lo llama “viejo”. Es de cariño. Habla con respeto sobre él, a pesar de que cuando coincidieron en Tigres, no fueron pocos los problemas.

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#SELECCIÓN MEXICANA

Seleccionados “desaparecen” sospechosamente en aeropuerto

Agachaban la mirada, trataban de pasar desapercibidos. Las cámaras intentaban captarlos, pero los cuatro seleccionados que viajaron de Dallas hacia el Distrito Federal encontraron la forma de “escapar” de la prensa y los fans, quienes los esperaban ansiosos por tomarse una rúbrica. 

Sigilosos, pidieron que las puertas traseras del aeropuerto capitalino se abrieran para que pudieran emprender la huida en silencio. 

Moisés Muñoz, por ser quizá el más famoso, era el más solicitado, por encima de Javier Güémez, Alfredo Talavera y Carlos Esquivel, los otros futbolistas tricolores que venían en el viaje. “¡Moi, Moi!”, le gritaban algunos de sus aficionados que querían un autógrafo o una instantánea con el portero que regaló el gol que resucitó a Argentina el martes pasado. 
El americanista volteaba, un tanto desconcertado ante las solicitudes. Dudó un instante si acudir o no al llamado. Se llegó a tomar una selfie con una chava aún dentro de las salas donde se realizan los trámites aduanales en la terminal aérea. 

Muñoz sonrió y hasta posó gustoso, pero esa mujer que identificó al guardameta fue la única afortunada en conseguir el objetivo. 

Los demás se quedaron con las ganas, pese a su insistencia detrás de las puertas aeroportuarias. Se quedaron con su camarita en mano y el enojo por la negativa de su ídolo. 
“¿A quién esperan? ¿Quién viene o qué?”, preguntaba una dama a los reporteros