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CHAMPIONS LEAGUE

 

 

REAL MADRID 1-0 PSG

TRIUNFO DE OCTAVOS

  • EL REAL MADRID TUVO QUE ASUMIR LA RESPONSABILIDAD EN SU ESTADIO, LAS SENSACIONES CAMBIARON DE BANDO

DATOS

Goles del partido: 1 – 0 José Ignacio Fernández Iglesias al minuto 35′

Tiros a gol   Real Madrid 15-15 PSG

Faltas cometidas Real Madrid 19-21 PSG

Centros               Real Madrid 5-9 PSG

 

 

El Real Madrid firmó su clasificación ayer matemática a Octavos de Final de Liga de Campeones en el duelo por el liderato del Grupo A con un PSG superior, víctima de un error de su portero del que sacó oro Nacho y la mala fortuna, con tres disparos al poste, que dejaron en nada la exhibición de Di María.

 

En el momento en el que el Real Madrid tuvo que asumir la responsabilidad en su estadio, las sensaciones cambiaron de bando. El PSG dominó, desequilibró al ritmo de Di María y sacó a la palestra un equipo a medio hacer, que en su primera gran cita se agarró al esfuerzo entre desajustes defensivos y acciones ofensivas aisladas.

 

Nadie creía el triunfo parcial del Real Madrid al descanso. El duelo había nacido con la intensidad que siempre promete el cara a cara entre dos equipos que deben demostrar que aspiran al título. La presión arriba francesa asfixiaba al conjunto blanco, con Casemiro de eje sin encontrar balón y Kroos buscando su sitio más adelantado.

 

El PSG necesitaba marcar para asaltar el liderato y salió por ello. Un triunfo en el Bernabéu da grandeza, quizás el impulso definitivo para estar entre los mejores de Europa. El panorama se presentaba feo y Cristiano iniciaba, en la zona del nueve, una guerra por su cuenta. Chutaba con ansiedad desde su casa a los cuatro minutos. Junto a otro lanzamiento de falta lejano fueron sus únicos argumentos que no saciaron su ansiedad en el primer acto.

 

El Real Madrid no funcionaba y hasta le venía bien el parón que sufrió el partido por una brecha de Isco y la lesión de Verratti. El PSG perdía su cerebro pero no lo acusaba. Di María fue el encargado de encender de nuevo el encuentro. Dolido en su orgullo en la casa donde lo ganó todo pero no fue reconocido económicamente como él pensaba que merecía.

 

Ante la injusta indiferencia con la que fue recibido el nombrado mejor jugador de la final de la Décima, el argentino se desquitó con un gran partido. Mostró sus virtudes dando velocidad a cada acción. Lanzando un sombrero y un pase al espacio, asistiendo a Cavani e Ibrahimovic que traían de cabeza a la zaga blanca. La falta de ayudas de Jesé en el costado izquierdo blanco las aprovechó a la perfección Di María. A los 21 minutos inventaba la acción que terminaba en un mal disparo de Matuidi a manos de Keylor.

 

El costarricense no pudo ni ser el salvador habitual. Sus estiradas no llegaron a disparos de Ibrahimovic que de ir a puerta habrían sido gol. Acarició la madera del poste con un toque de genio. Acomodó el cuerpo y con el interior de su pie derecho buscó el ángulo donde nunca llegaría el portero madridista. Repitió guión en una falta lejana con una potencia endiablada.

 

El Real Madrid estaba siendo superado. Isco enclaustrado en banda izquierda, sin noticias de Modric ni Kroos y el panorama se afeaba con la lesión del único jugador sin sustituto natural. Marcelo decía basta tras jugarlo todo en Liga y ser tras Cristiano el que más minutos acumulaba. Entró Nacho, tocado con una varita mágica cuando un disparo de Kroos lo rechazó la defensa, Trapp salió de su zona de seguridad sin sentido y el balón llovió del cielo a la bota del defensa, que sin dejarla caer, acomodó el cuerpo y la acarició, escorado, al fondo de la red.

 

El premio inmerecido para el Real Madrid no afectó al PSG que buscó el empate sin descanso. Rabiot chutó al poste y lo rozó en otro disparo posterior. Cavani aún piensa en cómo no llegó a impactar con su cabeza un centro perfecto de Maxwell en boca de gol y por qué se cruzó Nacho en línea de gol cuando había superado con un balón picado a Keylor Navas en un mano a mano. El Madrid sacó un resultado de oro.