Una ciudad cosmopolita en problemas
● El escándalo en torno a la prohibición del «burkini» es una nueva batalla para un país en crisis
La crisis nacional del «burkini» solo es una nueva batalla, un nuevo «síntoma», de una tragedia histórica: la emergencia aparentemente inexorable de un multiculturalismo que Francia vive con profunda preocupación nacional.
Diez años después de la gran crisis de los suburbios, el otoño-invierno de 2005, la proliferación de barrios étnicos, en la periferia de París y muchas grandes ciudades, se ha transformado en un indicador trágico de una profunda crisis cultural.
Tras invertir decenas de millares de euros en la «mejora» de más de 700 suburbios con muchos problemas, la «banlieue», los suburbios de París y las grandes ciudades siguen siendo un pudridero social, donde han florecido semillas terroristas, semillas de descomposición social, familiar y cultural.
Tras la experiencia de la integración feliz y afortunada de centenares de miles de hijos de inmigrantes, es una evidencia que otros centenares de miles de franceses negros y/o musulmanes viven mal o dramáticamente mal una ciudadanía francesa que se ha convertido en un problema de inmenso calado.