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Francia prohíbe las manifestaciones

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Por la violencia contra la policía

  • La gasolina escasea en varias regiones tras una nueva jornada de protesta contra la reforma laboral

Mientras, los siete sindicatos de trabajadores y estudiantes continúan organizando decenas de manifestaciones. En las de ayer participaron decenas de miles. Solo en París, unas 100.000, según la CGT -entre 13.000 y 14.000, según la policía-, pero también salieron a la calle miles en Le Havre -con el puerto y la refinería cerrados-, Lyon, Montpellier o Clermont-Ferrand.

Desde hace días, millones de franceses se enfrentan a interminables atascos, barricadas en las avenidas de sus ciudades, autopistas cortadas, refinerías y puertos bloqueados y manifestaciones por doquier. Sin embargo, la guerra de los sindicatos contra el Gobierno a cuenta de la denostada reforma laboral no ha hecho más que empezar. Es lo que aseguran las dos principales organizaciones de trabajadores, la CGT, y Fuerza Obrera, que ayer se plantean redoblar sus movilizaciones tras una nueva jornada de protestas por todo el país. El Gobierno empieza a prohibir protestas por la violencia registrada.

Ayer se inició con graves problemas en el transporte de mercancías y personas. Mientras los camioneros bloquearon por tercer día consecutivo varias refinerías y puertos, los paros de controladores y técnicos del aeropuerto de París-Orly han obligado a cancelar el 15% de los vuelos. Mientras, millones de franceses se las han tenido que ingeniar para llegar a sus trabajos porque solo funcionó la mitad de los trenes de cercanías y largas distancias.

La situación empieza a agravarse. En al menos dos regiones, Normandía al Oeste y Picardía al Norte, las gasolineras dicen estar al límite de sus reservas. Los camioneros no solo bloquean las refinerías, sino también depósitos para almacenar combustible. Se quejan de que, de acuerdo con la reforma laboral, cobrarán solo un 10% más por cada hora extra trabajada, en lugar del 25% como media actualmente. El primer ministro, Manuel Valls, les ha explicado que esa hipótesis sólo será factible si hay un amplio consenso sindical, un argumento que no les ha tranquilizado nada.