Alfil Negro
La Copa del Mundo ahora en Qatar, entra en su parte final en busca de un campeón que puede salir de Francia, Croacia, Argentina o Marruecos, y no se ve, ni se ha visto en esas alturas la selección tricolor de México, porque nunca hemos estado ahí, por muchas razones en las que hay un común denominador, se pelea y se lucha en las participaciones mexicanas con gran interés y dedicación por el dinero y las ganancias pero muy poco por el fútbol, de tal manera que para los directivos de nuestro fútbol lo importante ha sido estar presentes, hacer negocios, llenarse los bolsillos, favorecer a sus compromisos crear una imagen que al final y pasada la copa les permita seguir ordeñando la vaca generosa de patrocinadores, aficionados, medios de comunicación y todos los que están metidos en este supuesto deporte, pero ya en los hechos negocio en su expresión fuerte.
Fuimos a Qatar y como siempre, nos regresamos sin nada.
El fútbol como deporte es un desastre, hasta el grado de que México en su área de la CONCACAF Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe del Fútbol, en donde por años y casi por tradición era el mandón, ha pasado ya a un segundo plano, porque ahora el que manda es Estados Unidos, que ha dejado ya como comparsa a nuestra selección, porque tienen más organización, mejor preparación, más seriedad en sus planes y proyectos y en pocos años nos mandaron a un segundo lugar.
Incluso la sede de la CONCACAF está en Miami, Estados Unidos.
Pero hablábamos de nuestro fútbol.
Para empezar contrataron a un entrenador argentino GERARDO MARTINO a que llaman EL TATA, que dicen que cobró muchos dólares, impuso un estilo de juego que los que saben reprueban, y convocó como seleccionados a muchos que al parecer no lo merecían, entre ellos paisanos suyos que desde luego adquirieron la nacionalidad mexicana, y dejó fuera a jugadores que por lo menos en la opinión de conocedores se lo merecían.
El final ya lo sabemos todos: perdimos y vienen de regreso los futbolistas, y el TATA dejó la selección y se fue a su país con buen dinero.
Todo este panorama nos retrata como un país, que por los resultados no tiene buenos jugadores, lo que no parece cierto.
Lo que influye en estos resultados y es la opinión que crece cada día, es que los dueños del fútbol, tienen como interés supremo las ganancias, no el deporte como tal.
Y en cuanto a la selección en esa forma de pensar, la ven como una máquina de hacer dinero, y se manifiesta con la supuesta preparación para el mundial con partidos en ciudades de Estados Unidos, en que a todas luces van por los dólares que dejan en taquillas los paisanos que trabajan en el país vecino, y que sienten al seleccionado mexicano como una oportunidad de reencuentro con México.
Desde luego en lo que se refiere a preparación y mejoramiento futbolero nada.
El otro ángulo es la voracidad de los dueños de los equipos, que hacen de cada uno de ellos la oportunidad de crecer en capital, con negocios que van desde logros en bienes en los estados donde se hacen propietarios de terrenos, plazas, universidades, restaurantes, hoteles y todo lo que pueden, siempre con la bandera de que representan al estado al que le dicen darle presencia y fuerza en imagen Y MÁS SI RESULTAN CAMPEONES porque entonces el cobro es mayor en exigencias y favores.
Un caso que ejemplifica esto es EL PACHUCA, que hace unos días fue exhibido en una mañanera como equipo que hace e hizo negocio con todo y saca provecho de todos los órdenes de gobierno.
El gobernador MENCHACA ya fijó su postura, de buen aficionado al fútbol, PERO TODO DENTRO DE LA LEY empezando porque tienen que pagar el agua que usan, lo que seguramente no gustará mucho a los dueños de este equipo, que vaya si se han hecho de bienes que fueron, porque ya no son, de los hidalguenses.
Las televisoras son la otra parte de este negocio. Es tal su fuerza que se dice que dictan conductas de este deporte siempre con ganancias.
Tampoco se crea que en otros países la cosa es distinta, pero por lo que se ve es un negocio que cuidan y en el que la participación del aficionado se respeta y se mueve con el apoyo de todos, porque ahí está el dinero y el negocio.
Si nada cambia y siguen los vicios que se tienen, seguiremos viendo a otros cómo triunfan en las copas del mundo y nosotros como el chinito NOMÁS MILANDO.
