
Fotos: Karina Martínez Reséndiz
Texto: Karina Martínez Reséndiz y Aylin Simón Fuentes
Derivado de la pandemia de la Covid-19, el Viacrucis de Las Lajas se hizo de forma distinta.
Al igual que el año pasado, el recorrido iniciado desde el Barrio de Las Lajas y finalizado en el Cerro del Lobo, se realizó sólo por los organizadores y participantes de la representación, para evitar la aglomeración de personas y la propagación del virus.
Este año, el papel de Jesús recayó en Noé Ramos, un joven quien se turnó con otras personas para cargar la cruz; a pesar del reducido número de espectadores, las personas se comportaron de una manera solemne y cumplieron con una tradición que tiene ya 41 años en su haber.







