La Fontana de Trevi, obra monumental en forma de Arco de Triunfo, no había sido restaurada desde 1998.
Los romanos y los turistas ya pueden admirar desde le día de ayer en todo su esplendor y completamente restaurada la célebre Fontana de Trevi, uno de los emblemas de Roma, inmortalizada por el baño nocturno de Anita Ekberg en “La Dolce Vita” de Fellini.
El agua volvió a llenar la gran cuenca que separa la plaza de la inmensa escultura barroca adosada al Palacio Poli, en el centro de la capital italiana, y los turistas retomar la tradición de arrojar una moneda de espaldas a la fuente.
La fuente, restaurada al cabo de 16 meses de trabajos financiados por la casa de moda de lujo Fendi, fue inaugurada el día de ayer a las 16H00 GMT, en una ceremonia que contó con la presencia del diseñador Karl Kagerfeld.
“Es muy emocionante, sobre todo para los romanos”, comentó Silvia Fendi, nieta de los patrocinadores de la remodelación.
Los trabajos de restauración de la fuente comenzaron el 30 de junio de 2014, con el lanzamiento simbólico de una moneda por parte del alcalde de Roma, Ignazio Marino, recientemente destituido.
Ejemplo típico de la época barroca, la Fontana de Trevi, conectada a un acueducto que abastece en agua a Roma, mide 26 metros de altura y 20 de ancho.
La Fontana de Trevi fue encargada por el papa Clemente XII -el mismo que construyó el Palacio Quirinal, actual sede de la presidencia de Italia, y empedró las calles de Roma- en 1732 al arquitecto Nicolas Salvi.
La obra fue terminada 30 años más tarde, en 1762, por Niccolo Pannini
La Fontana de Trevi, obra monumental en forma de Arco de Triunfo, que tiene como tema a Neptuno domando las aguas, de pie en una carroza en forma de concha tirada por dos tritones, no había sido restaurada desde 1998.
Pietro Baccari financió la restauración para vincular de manera imborrable la marca Find a la ciudad de Roma.
“Era para nosotros la posibilidad de vincular nuestro nombre en forma indeleble a Roma, una ocasión que no podíamos dejar pasar”, dijo Baccari.
Fendi, que pertenece al grupo francés LVMH, restauró años atrás el Palacio de la Civilización Italiana, un símbolo de la era fascista, llamado también el Coliseo Cuadrado, donde instaló su sede social.