CINE DE HOY
Con gran éxito de publico se ha estrenado en la Cineteca Nacional, el último filme de Woody Allen, Un hombre irracional, que bien pudo formar parte de la LX Muestra Internacional de Cine.
El cuadragésimo quinto filme del realizador neoyorquino, se inscribe dentro de la corriente de filmes más serios que sus habituales comedias como Crímenes y pecados, Cassandra dream o Match point.
Y a diferencia de sus comedias corales en las que contaba con repartos multiestelares, ahora basa el asunto, en un pequeño y sólido reparto.
El atormentado filósofo Abe Lucas (un espléndido Joaquín Phoenix) llega a la pequeña universidad de Newport, precedido por su fama de autor maldito, alcohólico empedernido y amante incansable.
Vive un bloqueo intelectual que le impide completar su más reciente libro, lo que no lo obstaculiza para ligarse a maduras colegas como la aventada Rita (Parker Posey) o a la angelical alumna Jill (Emma Stone, siéndole infiel a Peter Parker y tan encantadora como Magia a la luz de la luna).
Pero no serán ellas las que lo saquen de su impasse existencial, sino un asesinato, en apariencia justiciero de un juez corrupto, como hay tantos y con el cuál nadie podría ligarlo, pese a no experimentar culpabilidad dostoiveskana.
El octogenario Allen mantiene su agudeza intelectual y hace alarde de sus conocimientos filosóficos.
Irrational man no está a la altura de obras maestras como Hannah y sus hermanas o Jazmín azul, pero es un filme fascinante que demuestra que aún tenemos Woody Allen para rato.