“Fariseos”, obra sobre otros horrores que la pandemia no nos deja ver

“Fariseos”, obra sobre otros horrores que la pandemia no nos deja ver
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(EL UNIVERSAL).- La obra “Fariseos”, de Hugo Alfredo Hinojosa, estuvo a punto de no llevarse a escena debido a la pandemia. Los teatros cerraron por varios meses, la incertidumbre, la economía, el replanteamiento de un montaje con nueve actores y más de dos horas de duración con medidas sanitarias y de sana distancia, orillaron al equipo creativo a pensar que presentarla al público sería una misión imposible. Se impuso la voluntad y la necesidad de contar una historia cruda sobre el México contemporáneo, donde debajo de la peor crisis de salud, subyace una realidad que necesita ser atendida y reflexionada.

La obra plantea un reclusorio lleno de políticos corruptos, narcotraficantes y secuestradores en donde estalla un motín contra las autoridades y surge la disputa sobre ¿quién debería quedar al frente de este lugar: los políticos que saben “gobernar” o los narcos que dominan con miedo? Así como los fariseos buscaban influir en la vida política de Israel tras el exilio babilonio, así en esta moderna Babilonia de Hinojosa los sacerdotes son secuestradores, narcotraficantes, asesinos, violadores y políticos corruptos que creen en la resurrección o en la recompensa eterna por sus actos. Tras la pandemia, todo cambió.

“Empezamos a trabajar en febrero, luego vino la pandemia… pensamos en muchas opciones, desde cancelar hasta transformar el montaje. Queríamos que la imagen de este infierno fuera de modo dantesco, con fango y lodo, pero no se podía por los protocolos sanitarios. Entonces nos fuimos por un infierno maquinal, metimos a los actores en jaulas, trasformamos las mascarillas de rigor con un diseño teatral. Nos dimos cuenta que todo esto le vino muy bien a la obra”, dice el director de escena, Víctor Weinstock.

La obra dura alrededor de dos horas y media. Las medidas sanitarias, obligan a permanecer una hora en el teatro, el equipo creativo decidió partir la obra en dos. El primer acto se presenta los jueves y sábados, mientras que la segunda se escenificará los viernes y domingos. Pese a ello, dice Weinstock, la obra tiene sentido. “Lo interesante de la dramaturgia de Hugo es que escribe desde el inconsciente. La anécdota que se cuenta no es lineal, así que puedes ver escenas sueltas y de todos modos vas a recibir el mensaje, es un eterno retorno infernal”. Si ves una parte o las dos, o primero la segunda y luego la primera, seguirás teniendo la experiencia completa. Fue una decisión difícil, dolorosa, llegamos a discutir si sólo montábamos la primera parte y algún día la segunda parte; otra opción era ofrecer un intermedio larguísimo para salir del teatro y sanitizar. Mantuvimos la idea de ofrecer toda la obra”, dice el director.

Acudir al teatro a ver una obra sobre la dura realidad y esperar que el público vuelva a ver la segunda parte es un gran reto.

“La pandemia nos ha distraído de los otros horrores del país, de esos horrores de los que hablamos en ‘Fariseos’. Nunca hay un buen momento para una obra de esta naturaleza. Quizá es justo un buen momento para recordarle a los espectadores que nos acompañen, es que esto que hemos llevado a la escena existe esto y que si no hacemos algo, vamos a acabar así”, ataja Weinstock.

Hinojosa, cuenta: “La escribí hace 5 años, como comisión de la Royal Court Theatre. En ese entonces tenía muchas ganas de escribir una obra sobre una prisión y, ya con la comisión, decidí escribir una metáfora del México contemporáneo dentro de una prisión. Escribí sobre dos políticos presos que deciden tomar el control porque creen que sólo ellos pueden mejorar las cosas. Sin embargo, se enfrentan a un mundo que no conocen y deben lidiar con narcos, secuestradores y criminales en un espacio muy reducido. Sin embargo, a la Royal Court le pareció increíble que cosas así pudieran ocurrir en las prisiones mexicanas. Hubo un choque cultural y las cosas no progresaron”, cuenta Hinojosa.

Y añade: “La obra arranca con disturbios dentro de la prisión y los militares cercan todo alrededor, de modo que los políticos empiezan a negociar con los militares. Es muy curioso cómo la realidad le ha dado vigencia al montaje. Desde entonces veíamos venir la militarización en México y ahora estamos en un momento de sublimación. Hay quien me ha dicho que estoy criticando a la política de López Obrador, no es así, pero si el saco les queda es otra cosa. Lo que hice es una metáfora de lo que es México, metí en una licuadora la religión, la violencia, la política, el crimen”.

Pese a que esta obra fue seleccionada como parte de las celebraciones del Año Dual México-Reino Unido 2015, no fue llevada a escena y aguardó su estreno hasta que Calypso Producciones, productora fundada en 2014 por Graciela Cázares, Hugo Alfredo Hinojosa (Miembro del SNCA 2020-2022) y Denis Elizalde, contaron con el apoyo del Estímulo Fiscal del Artículo 190 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, EFIARTES.

Cuenta con un elenco de grandes actores: Jorge Ávalos, Mario Zaragoza, Rodolfo Arias, Gastón Yanes, Rodolfo Guerrero, Fernando Banda, Humberto Solórzano, Javier Sánchez y Ginés Cruz. El diseño de escenografía e iluminación es de Patricia Gutiérrez; el diseño de vestuario y maquillaje de Brisa Alonso; y música original de Rodrigo Castillo.

“Tengo la fortuna de contar con este gran elenco. Es un lujo trabajar con ellos, son grandes actores y han estado con nosotros durante todo este larguísimo y complejo proceso. Me siento muy validado como dramaturgo y muy agradecido con mi socia Graciela Cázares. Llevar a escena una obra de esta magnitud, con este equipo, es de verdad algo muy importante”, explica Hinojosa, autor de obras como “Desiertos y Sepulturas”.

Las funciones se llevarán a cabo del 12 al 29 de noviembre, los jueves y viernes a las 20 horas; sábados 19 horas; y domingos 18 horas, en el Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart.

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