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Familia es agredida por panameños, dueños de taller mecánico

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Esposos e hija menor de edad, sufrieron agresiones físicas por parte de los dueños del taller mecánico El Panameño, debido a que los primeros no quisieron mover una camioneta que “estorbaba” la labor de los mecánicos; en un problema que lleva más de 10 años, en el que las autoridades no han intervenido.

A través de una publicación en redes sociales, vecinos de la colonia Vicente Guerrero denunciaron a estas personas que, aparentemente, son originarias de Panamá y tienen un taller el cual se ha extendido hasta la vía pública, ante la omisión de las autoridades.

La familia Castillo inició una carpeta de investigación ante el Ministerio Público debido a las agresiones físicas que sufrieron la tarde del pasado miércoles 19 de julio, cuando “El Panameño”, reclamó al jefe de la familia para que moviera una camioneta que “estorbaba” a su labor.

Al recibir una respuesta negativa, el mecánico inició una pelea en contra del particular, mientras que otras dos mujeres se fueron directo contra la esposa e hija, de 14 años de edad; a quienes incluso sacaron a golpes de su propio domicilio en una presunta invasión a la propiedad privada.

El conflicto se suscitó en la calle Guanajuato de la citada colonia, donde, aseguran testigos, la mujer del panameño ahorcó por varios segundos a la esposa del vecino agredido, por lo que intervinieron para evitar una situación de mayores consecuencias.

El jefe de la familia Castillo presentó hinchazón en uno de sus ojos, mientras que su esposa sufrió lesiones en nariz y moretones en el cuerpo, además de daños en el cuello, el cual tiene inmovilizado.

La hija, por su parte, resultó con un hematoma en la cabeza.

Los vecinos aseguran que este tipo de actitudes son constantes. Pidieron a las autoridades intervenir, ya que los agredidos recibieron también amenazas de muerte, junto con el clásico “se los va a cargar la chingada”.

Los habitantes de la zona aprovecharon para manifestar su inconformidad por la invasión permanente a la vía pública, además del escándalo que hacen de motores de camiones a las dos o tres de la madrugada, en reiteradas ocasiones.

Agregaron que, debido a su trabajo, producen mucha basura y la dejan a la deriva en la calle; además de que constantemente acude al taller “gente rara y extraña”.