CINE DE MAÑANA

Hace 12 años, el director californiano Mike Mills se anotó el mayor éxito de su carrera con “Beginners, así habla el amor”, una comedia protagonizada por Christopher Plummer que le representó un Oscar al veterano actor.

Con “C’mon, c’mon: siempre adelante”, que forma parte de la LXXI Muestra Internacional, Mills regresa por sus fueros.

El guión del propio realizador narra la historia de dos hermanos que han quedado alejados tras la muerte de su madre. Johnny (un espléndido Joaquin Phoenix) es un reportero radiofónico que trata de reponerse de una ruptura sentimental, mientras que la ex hippie Viv (Gaby Hoffman), tiene que lidiar al mismo tiempo con la enfermedad mental de su esposo Paul (Scoot McNairy) y de su pequeño hijo Jesse (Woody Norman).

Para su sorpresa, Johnny ofrece cuidar a su sensible sobrino, pues está haciendo un reportaje a nivel nacional de lo que piensan los niños acerca del futuro.

Y es que las nuevas generaciones tienen una visión del mundo totalmente diferente a la de los adultos, y es muy difícil establecer un verdadero diálogo con ellos.

Mills ilustra perfectamente esta situación utilizando una sobria fotografía en blanco y negro de Robbie Ryan, que evita los clichés turísticos de los sitios visitados.

Las actuaciones son espléndidas y alcanzan momentos conmovedores.

“C’mon c’mon”, resulta pues un filme bastante recomendable que no hay que perderse.