ALFIL NEGRO 

La humildad es una virtud de vida que permite la convivencia en la sociedad, porque provoca una conducta respetuosa de todos sin asomo de superioridad, y sí con modestia y sencillez porque nace de una visión sana y sincera de lo que se es por la historia de cada quien, que conduce a corregir lo mal hecho con profundo espíritu de enmienda para no volver a cometer los mismos yerros.

Obvio es decirlo, que se da por descontado, que no se rehuye lo que la historia de cada quien le dice que ha provocado con aciertos y errores para saber cuánto se debe y debe pagar el personaje.

Si no se acepta lo que se ha hecho de bueno y de malo, se parte de una imagen falsa que no da piso firme a cualquier acción que se quiera intentar, porque se parte de ignorar lo que se debe y que se debe pagar empezando por aceptar la responsabilidad de los hechos.

En estas fechas vivimos en lo político las campañas de Cuatro candidatos que buscan la gubernatura, y ya en la realidad la lucha fuerte entre Julio Menchaca y Carolina Viggiano los más fuertes en esta batalla electoral.

Y viendo a estos dos candidatos y su forma de expresarse, vale la pena ver cómo se manifiestan en relación con lo que es su historia personal como políticos y sobre todo cómo manifiestan lo que ha significado para Hidalgo los partidos que los llevan como candidatos, o sea MORENA Y EL PRI.

Necesitamos saber qué piensan de sus partidos, sobre todo estos candidatos en un examen cierto de lo que son y han sido en nuestra historia.

Porque las cosas son distintas a otras elecciones.

Es necesario que con humildad haya un reconocimiento de los errores que el PRI y MORENA han cometido en el tiempo que llevan de presencia en el estado.

El PRI con 93 años de gobernar a Hidalgo y una larga historia de aciertos y desaciertos, urge de una confesión pública de sus errores y abusos para tener un piso firme de todo lo que venga después. En el caso de MORENA tiene poca historia pero no está exento este partido de errores.

Como que falta humildad y sobra soberbia en la búsqueda del poder porque se habla de promesas y más promesas, pero nada de reconocer las fallas y abusos que se cometen con el poder.

Porque hasta la fecha ninguno ha dicho algo sobre las fallas para con la gente y sólo se habla de crear, construir, hacer y cosas por el estilo.

Y no hay que olvidar que mucha gente va a ir a las urnas motivada por el deseo de cobrar facturas de abusos y conductas irritantes de gentes y apellidos que crecieron al amparo del poder.

Falta humildad y sobra soberbia.

Porque si no se aceptan errores y fallas parece que no ha pasado nada, o que todo ha sido perfecto y evidentemente no es así.

Y esto provoca partir de un piso falso porque si no se aceptan los pecados no se pueden corregir o buscar evitarlos.

Y así no se puede.