Falso yihadista rescataba esclavas sexuales del Estado Islámico

 

 

  • Campesino de 45 años… ahora se conocen sus hazañas

 

“Escuché que mujeres querían escapar de Mosul y decidí ayudarlas”, relata Abu Shehad, un campesino de 45 años cuya hazaña, hasta ahora anónima, devolvió la libertad a una veintena de mujeres yazidíes convertidas en esclavas sexuales del Estado Islámico y sus hijos. “En ocasiones iba a Mosul por la mañana. Me dejé crecer la barba y me vestía como si fuera un militante del EI”, comenta

“Durante el día recogía a las mujeres y las llevaba hasta mi casa en las afueras. Allí esperábamos a que cayera la noche para escapar. Otras veces me las traían en coche”. Un itinerario jalonado de puestos de control de la organización yihadista y campos minados que aún mortifica a Simon, una de las adolescentes rescatadas por el agricultor de yihadista.

“Fue un camino muy largo y lleno de peligros”, evoca la muchacha de 17 años. “Como cualquier otro día fuimos al mercado y una vez allí nos llevaron en taxi hasta un lugar donde permanecimos doce días. Luego Abu Shehad nos condujo hasta su casa y esperamos hasta la noche. Es una persona valiente y muy amable”.

Simon se zafó de sus verdugos el pasado octubre, poco antes del inicio de una ofensiva que las autoridades iraquíes dieron por concluida hace dos semanas con el anuncio definitivo de liberación.

Como cientos de féminas, la joven fue capturada en agosto de 2014 durante el avance del Estado Islámico por el monte Sinyar, el hogar de los yazidíes, una fe vinculada al zoroastrismo que mezcla elementos de antiguas religiones mesopotámicas con los credos cristiano y musulmán y a cuyos fieles los yihadistas consideran “adoradores del diablo”.

“Recuerdo que estaba en casa con mi familia. Secuestraron a todas mis hermanas, mis primas y todas las mujeres del pueblo. Nos reunieron en varias aldeas de la zona hasta que llegaron los terroristas, Cada uno seleccionó a una chica y nos separamos”, reconstruye Simon.

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