Home Cultura Fallece Violette Verdy, bailarina y directora

Fallece Violette Verdy, bailarina y directora

0

Fue la primera mujer directora del Ballet de la Ópera de País y una de las musas principales de George Balanchine

 

La exprimera bailarina, maestra y directora Violette Verdy murió el lunes a los 82 años en un hospital de la ciudad estadounidense de Bloomington (Indiana), donde había sido ingresada horas antes por un fulminante episodio de infarto cerebral. Violette Verdy, cuyo verdadero nombre era Nelly Armande Guillerm, nació el 1 de diciembre de 1933 en Pont-l’Abbé Finistère y, según relata su biógrafa Victoria Huckenpahler, quedó huérfana muy niña y había comenzado sus estudios de ballet a los 8 años; poco después recibió lecciones en París de Carlotta Zambelli, para terminar de formarse con Victor Gsovsky y Rousanne Sarkissian, la mítica maestra de Bakú que transmitió a varias generaciones francesas los saberes de Volinine y Clustine. Incansable y rigurosa maestra, hasta su muerte enseñó en varias universidades y compañías difundiendo el estilo y las maneras de Balanchine, además de haber sido la primera mujer que ocupó el puesto de directora del Ballet de la Ópera de París.

Fue la bailarina Nora Kaye quien vio un modesto filme amateur de Verdy en el London Festival quien decide invitarla a unirse al American Ballet Theatre de Nueva York [ABT], y lo que decidió su vida artística futura, pues tenía una innata capacidad de adaptación estilística que le permitió asumir brillantemente los papeles protagónicos de obras como “Tema y variaciones” (Balanchine), “Gala performance” o “Offenbach in the Underworld” (ambos de Tudor), convirtiéndose enseguida en una de las estrellas preferidas del público norteamericano. Violette protagonizó en 1958 el estreno por el ABT de “Miss Julie” de Birgit Cullberg.

Cuando el ABT se disolvió temporalmente en 1958 Violette fue la única bailarina invitada a integrarse en el New York City Ballet [NYCB], pues ya había trabajado con Balanchine, que admiraba su musicalidad y su sentido armonioso del movimiento.

En 1977 deja el NYCB y es nombrada directora del Ballet de la Ópera de París, resistiendo tres años en el puesto, donde recibe duras oposiciones a sus planes que chocan con el rígido y casi inmóvil protocolo de la institución. Su lucha se centró en lograr peso para el ballet, con su propia dirección musical, la renovación de los coreógrafos y la promoción de los bailarines. En 1980 regresa a los Estados Unidos y se establece en Boston, donde dirige el ballet hasta que en 1984 vuelve al NYCB como maestra, coreógrafa y remontadora del repertorio, labor que alterna en el Royal Ballet de Londres y la propia Ópera de París.