La molestia no ha pasado. En la directiva del Guadalajara hay incomodidad por la partida de Marco Fabián al Eintracht Frankfurt. 
La institución hizo todo lo posible para retenerlo al menos un torneo más, pero el futbolista ejerció una cláusula de su contrato, buscó un club dispuesto a pagar una rescisión relativamente baja (4 millones de dólares) y se fue.

Jaime Ordiales, director deportivo de Chivas, sabe que no había mucho por hacer. La decisión del jugador ya estaba tomada. Se le ofreció un jugoso incremento de sueldo y condiciones para permitirle emigrar en el verano próximo. Nada sirvió. Hoy, Fabián ha cumplido su sueño de dar el salto a Europa. Pero en el conjunto rojiblanco queda la sensación de que dejó una deuda. 

“Fue campeón de Copa, no el campeón de Liga que nosotros hubiéramos deseado. Teníamos mucha ilusión de que se diera en este torneo y por lo mismo queríamos estuviera con nosotros, pero al final de cuentas él hizo su trabajo, luchó siempre por dar lo mejor… él sabe que siempre pudo haber dado un poquito más”, sentencia el directivo. 

“Es un muchacho que sigue madurando y que probablemente algún día volvamos a tener acá, pero hoy le deseamos mucha suerte y nos metemos a lo nuestro. A veces se van unos, aparecen otros y pueden ser igual de buenos o mejores, en el futbol así se da. Nos hemos ido muchos y llegan otros mejores. Hoy la ilusión es que también los jugadores que tengamos aquí aprovechen esa oportunidad”.