Extravío de la izquierda venezolana

HOMO POLITICUS

Lo cierto, es que la izquierda venezolana perdió la brújula y después de haber desplegado ideales de horizontalidad social, se generó un marcado autoritarismo que preocupó a propios y extraños

 

Se acabó, por lo pronto se acabó. Después de una larga estela entre Hugo Chávez y Nicolás Maduro, la izquierda venezolana fue derrotada ante las inconsistencias que presentó en el ejercicio de gobierno.

 

Lo cierto, es que la izquierda venezolana perdió la brújula y después de haber desplegado ideales de horizontalidad social, se generó un marcado autoritarismo que preocupó a propios y extraños, porque sectores de la misma izquierda venezolana impugnaban el proceder de los liderazgos que ejercieron Chávez y Maduro.

 

Ante la derrota electoral, Nicolás Maduro, por vez primera se portó maduro y aceptó los resultados. El reacomodo de esta elección es significativa para la conformación del poder en Venezuela porque el Movimiento de Unidad Democrática (MUD), obtuvo 99 diputados que lo afianzan en el congreso, mientras el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sólo afianzó 46 diputados, lo que estrecha sin duda el margen de maniobra legislativa no sólo para la izquierda sino en particular para el gobierno de Maduro.

 

Por fin la derecha ganó en Venezuela, después de sufrir por décadas, pero este triunfo no obedece a su posicionamiento ideológico, sino a la erosión de la izquierda que no logró concretar las aspiraciones sociales de los venezolanos que mantuvieron en vilo al continente ante una propuesta que brillo y se apagó.

 

Empero, la izquierda de Maduro atribuye la derrota a una especie de guerra económica del capitalismo salvaje que vulneró la confianza de los ciudadanos, cuestión no alejada a la verdad, pero que también tiene su correlato en los desatinos de la petrolización de la economía estatal en un país que perdió dinamismo económico y que también hay que decirlo, contó con una férrea oposición de la burguesía nativa que durante los gobiernos de Chávez y Maduro se ha visto vulnerada.

 

Para Maduro, esta es una “bofetada”, que debe abrirle los ojos a la izquierda, pero también geopolíticamente a los gobiernos de la izquierda latinoamericana, que en los últimos años, ha tenido un significativo ascenso en el cono sur, cuestión que abre una discusión de fondo ante lo hecho bien y lo no tan bien, mientras que en Europa la derecha se reposiciona advirtiendo una nueva era de desencuentros sociales.

 

 

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