
Moisés Oswaldo Lozada Díaz, estaba comprando una cámara el 22 de diciembre de 2021, cuando una notificación llegó a su celular: el gobernador había anunciado a través de un tweet a los ganadores de los Premios Estatales de Literatura.
En entrevista exclusiva para Diario Plaza Juárez, el autor originario de Tulancingo dijo que llevaba semanas sin dormir por saber la noticia y ahora que la tenía, no quería descubrirla, después de pensarlo un poco abrió el mensaje y vio su nombre, ahogando un grito de felicidad porque estaba frente a la vendedora de la cámara: Lozada había ganado el Premio Estatal de Cuento “Ricardo Garibay” con “Aquí no cantan los gallos”.
ANTECEDENTES
Su primer acercamiento a la escritura lo tuvo a los 12 años con la poesía: “me gustaba mucho una niña y no encontraba algo en la poesía o en los poemas, eran muy pasionales, muy fuertes para alguien de 12 años, y dije ‘voy a escribirle algo yo’; nunca se lo entregué, pero lo empecé a escribir”.
Su hermana se dio cuenta de que a Moisés le gustaba expresarse a través de las letras por lo que en la preparatoria alimentó esto al regalarle una libreta.
La poesía estuvo tan presente en su vida que incluso cuando ganó las personas que lo felicitaban pensaban que con este género se había posicionado. “No hay como un yo poético, me hice consciente de eso y dejé la poesía”, señaló.
Previo a concursar ya llevaba cinco años en diversos talleres donde por más que le indicaban que estaba listo para participar, él se seguía negando: “Varios maestros me habían dicho: ‘ya estás listo’; pero yo decía: ‘no, no, no, no’. Luego se vino la pandemia, los talleres pararon un año, regresé en modalidad virtual el año pasado y mi último maestro me dio la seguridad de que ya estaba listo y me aventé”.
Le tomó tres semanas terminar “Aquí no cantan los gallos”, en ese momento solo tenía dos cuentos terminados y los demás se encontraban en un “50, 70 por ciento”, además de que faltaba darle la consistencia a su libro.
“Lanzan la convocatoria y la fecha límite era 11 de diciembre, era ir contrarreloj terminar igual lo que no preví, y estar escribiendo durante tres semanas: día, tarde y noche, y se logró la meta”
“AQUÍ NO CANTAN LOS GALLOS”
Su libro está compuesto por seis cuentos donde el eje central es la violencia: “me parece que somos una sociedad inmersa dentro de la violencia, hemos crecido con ella, se ha normalizado hasta cierto punto”, señaló el autor de 33 años quien creció con el cine de Tarantino; “normalizamos la violencia a tal grado de reírnos; quizás, lo cual me resulta preocupante”.
Con su obra busca hacer un llamado: “una invitación a que volteen a ver qué está pasando con nuestra sociedad. Eso sería más el objetivo de lo que yo quisiera decir con mis cuentos”.
El libro, que en un principio tenía contemplado ocho cuentos, recibe su nombre de uno que se titula así, y se centra en la explosión de Tlahuelilpan: “donde al caer la tarde, Aquí no cantan los gallos, sino las ambulancias, bomberos y patrullas que van al siniestro”. También es un tributo a su papá porque desde que era un niño siempre le decía que era su gallo.
CUENTOS
Aunque es difícil para él decidir cuál es su cuento favorito, tiene dos que hablan sobre el deporte: “Basket Case” y “La tercera caída”. El primero habla sobre el Cruz Azul antes de que rompiera la maldición: “el personaje es un chico, pues ahí frustrado, porque el papá es súper fan del Cruz Azul y él quisiera que el papá igual fuera como súper fan de él y pues no pasa, porque él se dedica a jugar Básquet”
“La tercera caída” es un cuento que se inspira en una foto que le tomó a Doctor Wagner cuando vino a la Arena Afición en Pachuca, y en esta una señora limpia al luchador con su chal luego de haber sido herido. Primero convirtió la foto en crónica, por recomendación de su amigo Eduardo Islas Coronel y luego se animó a convertirla en cuento, donde agregó una historia de amor para el fotógrafo.
Una de las características de su obra es que escribe sobre Hidalgo: “muy poca gente se animó a escribir sobre Pachuca o sobre el estado, creo que quise explotar eso”, y que pone referencias musicales al largo de los cuentos, tal es el caso de “Basket Case” donde suena la famosa canción de Green Day.
Vincular al deporte y a la escritura fue una coincidencia. Lozada estudió Comunicación y en un diplomado de Locución le dijeron: “tienes voz para deportes” pero a pesar de que le gustaba no planeaba dedicarse a eso: “y veme aquí escribiendo, de algún modo u otro quizás la vida te va llevando”.
FUTURO
Otro de los géneros que ha explorado es la crónica, gracias a un taller con Diego Castillo, quien ganó en 2007 el Premio Estatal de Cuento Ricardo Garibay con su libro “La batalla de las luciérnagas” y quien le dijo: “Tienes la encomienda de ganar el premio Nacional de Crónica Ricardo Garibay, donde sólo puedes participar hasta los 35 años”, por lo que Lozada tiene un año y medio para aplicar.
“El camino está trazado ahorita sobre el cuento, lo que espero es que se publique el libro para este año y ya después ver qué puedo hacer con crónica o escribir otro libro de cuentos”.
INFLUENCIAS
Uno de los autores que más admira es Jorge Ibargüengoitia: “me gusta este tipo de narrativa que tiene, que es muy desapegado quizás del canon, que es muy coloquial”. Otros más de los autores que le gustan y lo han influenciado son Fernando Esquinca, Carlos Velázquez y Fernanda Melchor.
Uno de los libros que más le gusta, aunque no se atreve a ponerlo como su favorito es “Dos crímenes”, precisamente de Ibargüengoitia, aunque también figura entre sus favoritos, por marcarlo en su etapa de secundaria, “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez.
PREMIO
El día que se enteró que había ganado, se puso feliz; “sabía que lo que estaba metiendo era bueno, también sé que hay talento en el estado: estamos hablando de una generación de escritores que tiene mucho nivel”.
Cuando vio el tweet, vio que figuraba un nombre conocido como la ganadora del Premio Estatal de Poesía “Efrén Rebolledo”: Claudia Sandoval Zamorano, amiga de él, a quien contactó inmediatamente por teléfono para decirle ¡Ganamos!
“¿Cómo que ganamos?” contestó. “Pues ganamos, ¿no metiste el de poesía, el Efrén Rebolledo? Dice Sí. Pues ganaste, le dije”.
Con eso vino una avalancha de felicitaciones vía telefónica y el anuncio por parte de la Secretaría de Cultura, quienes hicieron una reunión virtual con ellos para informarles que se entregaría el reconocimiento que los acredita como ganadores en el primer trimestre del 2022.
El mensaje final de Lozada es atreverse y decidirse a hacer las cosas: “mucho tiempo, estuve como no, no puedo; no, no quiero. Era más el miedo que las ganas de hacerlo, pero llegó un momento en el que dije: pues ya no puedo perder nada y lo hice”.