La periodista protagonizó uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, realizada en el Teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo, al evocar a su amigo periodista asesinado en 2017: “Hace año y medio en Madrid, regresaba yo al hotel después de la ceremonia Ortega y Gasset cuando me avisaron que en México, en la ciudad de Culiacán, cuna del narcotráfico de mi país, habían matado a tiros a mi valiente, inclaudicable amigo Javier Valdez… Fue como si apagaran la luz del mundo. Estos asesinatos, siempre impunes, matan un poco no sólo a la víctima sino a todos a quienes los rodean, y claro, esto es también la intención: matan a uno para intimidar a todos”.
La periodista mexicana, con más de 40 años de experiencia en el oficio, hizo una reflexión sobre el trabajo de los reporteros de a pie: “Hay una gran confusión sobre cuál debe ser nuestro papel”, “en este oficio cuesta trabajo no sólo vivir sino sobrevivir”, comentó e hizo hincapié en las dificultades que pasan los periodistas, particularmente en países como Nicaragua, Venezuela y México, para realizar su trabajo.
Al referirse al trabajo de la reportera mexicana, el rey Felipe VI explicó que Alma Guillermoprieto se hizo acreedora al premio en la categoría de Comunicación y Humanidades “por su conocimiento de la profunda complejidad iberomericana” a partir de su destacado oficio como periodista a lo largo de su trayectoria.