
EFE.- Los bombardeos estadounidenses perpetrados la noche del domingo, en zonas fronterizas entre Siria e Irak, que mataron al menos a once, entre civiles y milicianos chiíes, marcan un nuevo pico de tensión entre Washington y Teherán por la actuación de las milicias iraquíes a ambos lados de la frontera con el respaldo de Irán.
Apenas cuatro meses después de una acción similar por parte de la aviación estadounidense en territorio sirio y en plenas negociaciones para que EU e Irán regresen al acuerdo nuclear, cazas F-16 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses llevaron a cabo dos bombardeos en Siria y uno en Irak.
VICTIMAS A AMBOS LADOS DE LA FRONTERA
En Al Bukamal, en la provincia siria de Deir al Zur, el ataque causó la muerte de un menor de 9 años, cinco miembros del grupo de milicias iraquíes mayoritariamente chiíes Multitud Popular y una séptima persona, aún no identificada.
Los proyectiles alcanzaron un centro de operaciones de la Multitud Popular situado a apenas un kilómetro de la frontera con el vecino Irak.