Hasta el momento los especialistas han recuperado 24 individuos: seis de ellos entierros primarios, es decir que guardan todas sus partes anatómicas articuladas, y 18 desarticulados
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desarrollan un proyecto de investigación integral en entierros de indígenas cochimíes inhumados entre 1780 y 1790 en el cementerio de la misión franciscana de San Fernando Velicatá, en Baja California. Esta es la primera ocasión en la historia que se realizan estudios de antropología física en restos de esta etnia extinta desde el siglo XIX.
Lo anterior fue dado a conocer por los arqueólogos Juan Martín Rojas, investigador del Museo Nacional de Antropología y director del proyecto Prehistoria de Baja California en San Fernando Velicatá, y Antonio Porcayo Michelini, investigador del Centro INAH-BC.
Hasta el momento los especialistas han recuperado 24 individuos: seis de ellos entierros primarios, es decir que guardan todas sus partes anatómicas articuladas, y 18 desarticulados. Los restos se encontraron en posición extendida (bocarriba), algunos con las manos cruzadas sobre el pecho, característica de los sepelios cristianos, explicó el arqueólogo Rojas.
Estimó que se trata de indígenas, por el desgaste que presentan las piezas dentales a causa de la dieta de la etnia, y por las huellas que el esfuerzo excesivo de los músculos dejó en los huesos, como se advierte en las marcas provocadas por las largas caminatas en terrenos pedregosos de la región.
Los huesos exhumados en San Fernando Velicatá son los únicos vestigios de esta población nativa hallados hasta el momento junto con otros localizados en 2006, en el Ejido de San José de las Palomas, Ensenada. Cabe recordar que el último registro de defunción en San Fernando Velicatá de un cochimí data de 1824.
Los restos de los 24 individuos recuperados han sido objeto de tratamientos de limpieza y conservación, así como de un diagnóstico para saber el estado que guardan.
Respecto a la investigación arqueológica, Antonio Porcayo informó que durante las excavaciones han salido a la luz vestigios que confirman la presencia de los franciscanos en San Fernando Velicatá, y arrojan información relevante para el estudio de las misiones porque hasta ahora no se habían encontrado rastros de la edificación franciscana, toda vez que la arquitectura visible es dominica.
Los cochimíes fueron un grupo con hábitos seminómadas que se movía de acuerdo con las estaciones del año y la maduración de frutos y semillas. Investigaciones anteriores han logrado determinar que usaron los afloramientos rocosos en las laderas y colinas como centros mortuorios.