CINE DE MAÑANA
Una gran expectación causó la premier de ZIMA de Vox Lux, una cinta de Brady Corbet protagonizada por la bella y talentosa Natalie Portman.
Pero en honor a la verdad, la cinta resultó decepcionante. Para los admiradores de la princesa Migala y de la actriz oscareada del Cisne negro, conviene señalar que Natalie solo aparece en la segunda hora de la cinta.
El guión del propio Corbet, con mayor experiencia como actor que como director, tiene un buen arranque al estilo de Elefante de Gus Van Sant.
Un estudiante armado entra a una clase de música y asesina a la maestra.
Celeste (Raffery Cassidy) una joven estudiante lo confronta y recibe un balazo.
Durante su recuperación, la chica compone una canción que se convierte en el himno de su generación y la convierte en una estrella pop, con la ayuda de su representante (Jude Law), relegando a su hermana Eleanor (Stacy Martin).
Pero en la segunda parte, la cinta decae pese a la presencia de la Portman.
Celeste es una estrella pop de 31 años, con graves problemas de drogas y alcohol, que no tiene una buena relación ni con su hermana ni con su hija Albertine (la propia Raffery).
El problema con Corbet, el actor de Los Thunderbirds, es que parece más interesado en el morbo que rodea a una estrella, que en la actuación –Natalie resulta a ratos sobreactuada y no consigue trasmitir la angustia del personaje como en El cisne negro.
Además la música de Scott Walker nunca convence como si fuera muy popular.
Vox lux resulta pues una cinta solamente recomendable para los fans de Natalie, que al parecer va a tener que dirigir ella misma como lo hizo en Una historia de amor y oscuridad.