Estratagema electoral

El mensaje de honestidad, experiencia y desarrollo económico con el que pretenden ganar votos, simplemente no les está funcionando ni les funcionará porque el hartazgo social, la decepción de sus militantes y los graves problemas que enfrenta nuestro país, no admiten la más mínima confianza

De acuerdo con los expertos, los mensajes de campaña deben contener al menos dos elementos claros para el electorado: Las respuestas de ¿por qué debes votar por mí? y ¿por qué no debes votar por el otro? Sin embargo, esta fórmula sencilla, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los operadores y publicistas de las campañas presidenciales de las coaliciones Todos por México (PRI, PVEM, Panal) y Por México al Frente (PAN, PRD y MC).
Los candidatos presidenciales de dichas coaliciones, José Antonio Meade y Ricardo Anaya, respectivamente, se encuentran “extraviados en un verdadero laberinto sin salida”, porque hoy más que nunca la realidad del país, la de sus partidos y la propia, se han convertido en un lastre que los acompañará durante todo el proceso electoral, volviéndose cada día más pesado.
Imágenes acartonadas, discursos mentirosos, propuestas huecas, pragmatismo y una historia común de corrupción caracterizan a estos candidatos. Es evidente la abismal distancia que existe entre ellos y el pueblo, lo cual hace prácticamente imposible la consolidación de una estrategia de campaña. Van dando “palos de ciego” y no convencen ni a los militantes de sus partidos y mucho menos a la ciudadanía.
En síntesis, el mensaje de honestidad, experiencia y desarrollo económico con el que pretenden ganar votos, simplemente no les está funcionando ni les funcionará porque el hartazgo social, la decepción de sus militantes y los graves problemas que enfrenta nuestro país, no admiten la más mínima confianza. Nadie les cree y con sobrada razón.
El enemigo a vencer en realidad son ellos mismos, aunque se empeñen en creer que es la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena, PT, PES), una alianza moral que como lo señaló Andrés Manuel López Obrador, ofrece una nueva esperanza al pueblo de México. Una esperanza de bienestar real, donde los recursos públicos no se dispendien, donde la inseguridad y la corrupción no sean la característica del país, y donde las presentes y nuevas generaciones tengan verdaderas oportunidades para vivir con dignidad, con salarios justos y servicios públicos de calidad, sobre todo, los de salud y educación.
Insisten en denostar a Andrés Manuel, aunque hoy ya nadie se compra el viejo cuento de que es un peligro para México. Afortunadamente las y los ciudadanos no son ingenuos, hoy tenemos una ciudadanía informada, comprometida y responsable que sabe, por ejemplo, que el financiamiento de los rusos o la comparación con Venezuela son mentiras absurdas, sin fundamento.
A nadie asustan con sus historias de terror. La gente sabe que es urgente un cambio de la clase política, nuevas reglas del juego y un régimen diferente, en donde nadie se enriquezca a costa de la pobreza del otro y la mano de la justicia alcance a todos.
Ni las falsas promesas de prosperidad, ni el voto del miedo les están funcionando. La estratagema electoral del PRIAN sólo demuestra que desde ahora se saben derrotados, porque este 2018 las y los mexicanos, juntos, vamos a construir una nueva historia.
Twitter: @LaraPaola1

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