Terror en la última noche del Año Viejo
La policía mantiene una operación de busca y captura al autor de la matanza en el club Reina
El Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría del atentado de Estambul del 31 de diciembre en una fiesta de Año Nuevo que dejó al menos 39 muertos y 69 heridos. El agresor, que todavía no ha sido detenido, accedió a la exclusiva sala de fiestas Reina, en la orilla europea del Bósforo, y ametralló a bocajarro a más de 500 asistentes de la élite secular que celebraban la llegada de 2017.
“En continuación de las sagradas operaciones que el Estado Islámico está llevando a cabo contra el protector de la cruz, Turquía, un heroico soldado del califato golpeó uno de los más famosos club nocturnos donde los cristianos celebran su festivo apóstata”, dice el comunicado del EI.
Las fuerzas de seguridad buscan al atacante, cuya identidad se desconoce, por el distrito de Besiktas, al que pertenece el vecindario de Ortaköy, donde está ubicado el club. Según informan medios locales, al menos ocho personas han sido detenidas por su posible vinculación en el ataque. Precisamente ayer, el Ministerio del Interior informó de la detención en una semana en toda Turquía de 147 personas vinculadas al EI.
La masacre asestó un nuevo golpe a Turquía, enfrascada en varios frentes militares a ambos lados de la frontera turco-siria, y objetivo claro de las milicias kurdas y de la cúpula del Estado Islámico, como lo atestiguan los más de 300 muertos en atentados durante 2016.