Después de dos años de pandemia y en medio de una tercera ola, la India sigue empeorando sus indicadores sobre abandono escolar y la caída de las matrículas, unos datos especialmente alarmantes en relación con las niñas, que representan el sector más vulnerable de esta sociedad eminentemente patriarcal.

En este contexto, la India conmemoró ayer el Día Internacional de la Educación y el Día Nacional de la Niña, con un sistema deficiente que ha sido incapaz de frenar las deserciones estudiantiles pese a repetidos intentos por evitarlo.

Con 1.350 millones de habitantes, la India cuenta con 320 millones de niños y jóvenes matriculados en el sistema educativo, 158 millones de ellos mujeres.

“Existe una creciente preocupación de que la pandemia afecte desproporcionadamente a las niñas”, reconoció el Ministerio de Educación en una carta enviada al Parlamento nacional.

Esto, indicó, “puede conducir a un mayor riesgo de que las niñas abandonen permanentemente la escuela y se reviertan los avances logrados en años recientes”.