Escuchar su voz

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Escuchar su voz

Por el derecho a existir 

Las regiones culturales del Estado de Hidalgo son, francamente impresionantes. Las formas en la que se constituyen las formas de existir, de resistir y de persistir de las comunidades originarias es una de las experiencias más complejas para las instituciones en un proceso de consulta indígena.

Lo anterior, porque implica “un dejar de hablar”, para “un comenzar a escuchar”, como principio necesario para el diálogo y respeto a los derechos de las personas sujetos de derecho indígena. Durante dos semanas se han generado tres rutas de atención a más de 40 municipios para dialogar con las autoridades representativas reconocidas por la Ley Orgánica Municipal, es decir con las y los delegados.

Lo interesante, es que frente a una cultura paternalista y de dádivas, las personas delegadas acudan, escuchen, pregunten, reaccionen y tomen consciencia de un derecho fundamental, el derecho a ser consultados y con ello, el poder de agencia de la representación comunitaria. Lo cual, en sí mismo representa un paso importante para el ejercicio de los derechos. 

El trabajo de las personas traductoras e intérpretes en estos espacios de diálogo son fundamentales para lograr una comunicación efectiva, porque conceptualizan y hacen un desdoblamiento de la información desde el conocimiento cultural y de respeto a las formas de organización.

En los últimos días, se ha escuchado más de lo que se ha hablado, y en la fase consultiva que iniciara el 19 de septiembre en el Estado de Hidalgo, con mucha seguridad, se verterán propuestas auténticas, no lo pienso como utopía, sino por las reacciones que mi vista me ha permitido percibir, hay un interés genuino de ser escuchados, tomados en cuenta y que su voz se plasme en los cambios legislativos, un principio para el ejercicio de los derechos.

La consulta indígena, está resultando un proceso de aprendizaje brutal, la dignidad con la que se han presentado a la fase informativa, las horas de traslado de las comunidades a las cabeceras, con horas de caminar o viajar por largos trayectos es un punto que no se puede tirar a la borda, en 15 días más de 500 delegados/as comunitarios tendrán en sus manos la información para participar y deliberar en comunidad, a la par de participar en la consulta con las expresiones emanadas de las voces de los pueblos.

Y que este proceso sea el principio para que los gobiernos e instituciones, hagan válido el derecho de consulta cuando alguna decisión afecte de manera directa la vida comunitaria de las personas, que sea la consulta indígena el medio para el ejercicio pleno de los derechos, de todos los derechos.