
A través de su página de Facebook, Cipselas, editorial ubicada en Tizayuca, transmitió la presentación del poemario “Escala en un No lugar” del escritor hidalguense León Cuevas, llevada a cabo en el Cultubar Hostelería La Bota, ubicado en Ciudad de México. La presentación corrió a cargo del autor en acompañamiento de Melisa Arzate y Esmeralda Ríos.
“León Cuevas es un artista completo; tira los dados y en cada tirada se lo juega todo, sabe que tiene la apuesta ganada; es poeta, narrador, dramaturgo, artista visual, cinéfilo y adicto a la música, sus letras son la estampa que dan cuenta de ello” fue la descripción que hicieron del autor, quien mostró su entusiasmo por presentar su libro en este recinto: “La Bota fue el primer lugar donde yo presenté mi libro, fue como mi debut, fue el primer lugar donde yo bien vine a leer letras ya como un autor en concreto, entonces es un tanto mi hogar, desde ahí me he sentido muy acogido”.
Para explicar el hilo conductor de su obra, señaló que todas las personas están a la deriva y el protagonista de la obra también lo está. Además, describe un ejercito de arte urbano y “en perderse en sitios que uno no conoce”, sumando a todo esto la noche: “toda la ciudad que conocemos de día como la palma de nuestra mano en el momento en que perdemos el último vagón, el último metro, el último camión, queda la oscuridad, queda la madrugada, la ciudad nos da la espalda y se torna en otra cosa distinta”.
Indicó que el título del libro se debe a que el personaje principal hace una escala en un no lugar, en un lugar vacío: “un lugar que no trasciende a la memoria, un lugar que no aporta nada, el no lugar puede ser un mismo sitio que da lo mismo si está en París o en Tokio, es igual de estructura y no aporta nada a la memoria: no importa si un Seven Eleven está en México, en China o África, no importa, es el mismo lugar; tú llegas, haces lo que tienes que hacer y te vas, no importa, no trasciende a la memoria, entonces se va a la deriva”.
Puntualizó que la obra sigue a un protagonista que sale de su casa a medianoche, le llama la atención un grafitero y decide seguir a esa persona, pero se pierde en la ciudad cuando está anocheciendo y debe llegar a la guarida de estos grafiteros; los cuales están inspirados en una leyenda zapoteca donde los murciélagos “entran al inframundo y nos traen noticias”, sólo que ellos las plasman a través de sus pinturas.
Así cada poema va avanzando conforme a la hora del reloj, para concluir a las seis de la mañana, donde están sonando las alarmas de las personas, quienes van a despertar para seguir su rutina.
El autor; que ya se ha presentado en diferentes lugares para promocionar su poemario, incluyendo la “Librería Mestiza” en Pachuca, leyó algunos de los poemas de su obra y concluyó: “se me hace muy irónico que este libro haya salido en un momento donde la humanidad está en la deriva, está en la total deriva y ni sabemos qué va pasar en 24 horas”.