
PEDAZOS DE VIDA
Desde que yo me acuerdo, siempre tuve esa manía de comer despacio y haciendo pedazos pequeños la comida. En la casa de mis padres, siempre dijeron que soy melindroso, pero no es que no me guste comer sino que siempre lo hago de poquito en poquito y podría acabarme un pastel o un pollo completo, aunque eso me llevaría horas, porque como despacio.
Una vez, cuando recién entré a la universidad y tuve que irme de la casa de mis papás para vivir en la ciudad, llegué a un puesto de carnitas, pedí un taco y al ver que no había gente, intenté comerlo en el lugar, de pronto llegó un cliente que al observar la forma en que comía dejó pagado un taco para mí, yo creo que se imaginó que no tenía dinero para pagar otro taco y por eso comía pellizcado pequeños pedacitos de carne.
Por eso casi no acostumbraba comer fuera de casa, pues al comer tardo entre una hora u hora y media.
Hay lugares en los que la gente es muy comprensiva, como doña Chofis, la señora de la cocina económica donde comí los últimos dos días de la carrera universitaria.
No es que tenga un problema de lentitud o que padezca algo así como una eterna depresión o cansancio, sólo como despacio y a mis tiempos, en las otras actividades puedo ser tan rápido como quiero, pero si intento comer rápido siento náuseas y termino vomitando.
El señor se molestó, porque había gente que quería la mesa pero yo no podía terminar de comer; primero, fue y me dijo que si quería algo más; luego, que si necesitaba otra cosa, así como seis veces. Y otra cosa que no me gusta es que estén dando órdenes, sugerencias o que me molesten a la hora de comer, pero no solo con su falsa “amabilidad” porque lo que quería era que me fuera del lugar.
El señor se molestó tanto que pasó de las sugerencias a las “habladas” y de ahí a casi correrme, fácil se le habían ido como 12 clientes y las mesas de alrededor se llenaban y vaciaban mientras yo comía. Total que ya no pudo, fue y me gritó en la mesa e intentó sacarme, cuando íbamos hacía la salida vi el brillante filo que terminó en su garganta. Todos salieron, unos gritaron, yo regresé a la mesa y terminé de comer en lo que llegó la policía…