Ring, ring, ring, ring. Son las 3 de la mañana. Alguien llama por teléfono en la Casa Blanca. Donald Trump, telefonea a su consejero de Seguridad Nacional, el general retirado Mike Flynn, para hacerle una pregunta. No se trata de una emergencia de seguridad nacional ni de una crisis internacional. Al igual que a muchos estadounidenses el dinero parece quitarle el sueño a Trump:
“¿Es mejor para la economía estadounidense un dólar fuerte o un dólar débil?”, pregunta Trump. Flynn le responde que no está seguro y sugiere a Trump que lo consulte con un economista, según The Huffington Post.
La pregunta de Trump no tiene una respuesta sencilla. Un dólar fuerte significa para EU menos exportaciones y más renta disponible para los consumidores, pero importaciones más baratas e inflación todavía más baja. Si su moneda es fuerte, pueden comprar más pero pueden vender menos.
Un dólar débil puede ayudar a hacer crecer la economía gracias a las exportaciones cuando baja la demanda interna.
La llamada de las 3 de la mañana de Trump recuerda al anuncio que sacó la campaña de Hillary Clinton en las primarias demócratas de 2008, en las que la ex primera dama se enfrentaba al entonces senador Barack Obama.
En el anuncio electoral de Clinton aparecía una niña durmiendo plácidamente, mientras en la Casa Blanca sonaba un teléfono alertando sobre una crisis internacional. “Son las tres de la mañana y sus hijos están seguros y dormidos. ¿Quién quiere que conteste el teléfono?”, decía la voz del narrador, dando paso a unas imágenes de Hillary Clinton al auricular.
El objetivo de la campaña de Hillary era dejar claro que ella estaba más preparada que Obama para ser presidenta. Al final EU prefirieron que fuera Obama quien respondiera a esa llamada.