PULSO DEL MEZQUITAL
Una cosa es la libertad y otra muy distinta el libertinaje. Por eso, qué fortuna es que en nuestro México se están corrigiendo las cosas para poner orden, como ejemplo la reciente ley sobre la suspensión de las garantías por decisión presidencial, es decir, facultades que le dan a nuestro preciso, decidir cuándo hacer uso de la fuerza pública, incluso letal, para darle en su progenitora a los manifestantes, organizaciones de rijosos, planes de insubordinación, incluso aquellas prácticas que pongan en peligro la paz pública. Bendito sea el cielo, con esto se pone un alto a algunas malas prácticas, mire, recientemente el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, se vio obligado a renunciar a un premio que él mismo se había autorizado, una baratija, una medallita de oro macizo por su “liderazgo”, su “inagotable esfuerzo”, su “solidaridad”, su “ahínco”, su “buena nombradía”, su “honorabilidad”, además de su “travesía intachable y sobresaliente”, ¡bravooooo! digo, cualquiera tiene derecho a un gustito culposo, algún lujito, ahora imagine a una persona como el gober con todas esas virtudes, debería de recibir no sólo una cadenita de orégano, sino una de plata, plomo, zinc y lamina canalada, pero obviamente los resentidos sociales que no hacen otra cosa más que esperar a que alguien caiga o resbale, lo convirtieron en escarnio popular, obligándolo a declinar por el regalito, qué coraje en serio.
Pasemos a cosas más agradables. Seguramente usted alguna vez ha escuchado quejas de chavos que no alcanzan cupo en las universidades, argumento válido para la proliferación de ninis, que solo se dedican a grafitear bardas, a quemarle sus patas a diablo o andar vagando por las calles con mirada fija y sin rumbo, quizá también se ha percatado de que la política nomás como que no les interesa, se dicen hartos de los gobernantes, los problemas sociales, financieros, pero al momento de quererlos incluir se ponen fresas, como el nerd ese, Carlos Antonio Santamaría Díaz, que a sus nueve años se ha graduado en el diplomado de bioquímica y biología molecular de la Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien dijo “no quiero ser como ustedes”, cuando respondió a los diputados al momento que estos le preguntaron si alguna vez en la vida le gustaría ser legislador, uno diría que fue una vacilada, tal vez alguna ocurrencia de una inocente criatura, porque digo, yo a esa edad apenas sabía leer las vocales, contar de uno al 10 y este chamaco en cambio ya es una escuela andando, eso significa que lo dicho por él lo hizo con saña, malicia, esa respuesta me hubiera costado a mí una trompada, sin embargo a este hasta le festejaron su desdén no solo hacia sus mayores, sino a los que tienen a nuestro país en este lecho de rosas.
Pero volviendo al tema, da un enorme gusto que en este proceso electoral para elegir legislador local esté participando, María de Lourdes Acosta López, rectora del COLESH, universidad privada, que los resentidos sociales la califican de una escuela patito, donde se gradúan abogados por docenas, incluso hasta una diputada federal obtuvo su título sin ir a clases, bueno mandaba su representante. Llena de esperanzas que esta universidad donde a nadie se rechaza como en las escuelas públicas, sea no solo un semillero de profesionistas de dudosa procedencia y reputación, sino también de políticos de ideología inquebrantable, que promueven los más altos valores morales y éticos, a favor de los chavos.
En corto:
* Un abrazo solidario a mí amigo, Roberto Núñez Vizzuett, por la irreparable de su abuelita, Enriqueta Díaz Dorantes, a quien deseo pronta resignación.
* Hoy, vecinos de La Lagunita, pedirán oficialmente intervención del Gobernador, Francisco Olvera Ruiz, para que los ayude a recuperar el centro de su comunidad y edificios, decomisados por un particular.
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