Es un paraje de sueños y fe que se encuentra inmerso entre dos escenarios, por un lado una ciudad de conocimiento y ciencia, por el otro un paisaje netamente rústico, en donde las serpientes caen de los árboles, como una anécdota más en el arduo camino hacia una calidad de vida.
Es el Centro Ecuestre y de equinoterapia de la UPP, que ofrece, bajo un ambiente fresco, puro, libre de partículas contaminantes y del estrés de la cotidianidad, del claxon de los automóviles, de la rapidez por vivir; una ruta de anhelos y esperanzas enmarcados por banderas de colores.
Se trata de un espacio, en donde también los caballos disfrutan de la sombra de los árboles, mientras esperan pacientes a que los instructores los llamen y alisten para iniciar una jornada de amor y solidaridad dirigida al siguiente guerrero de la agenda de citas.
Es “Milagros”, nombre ideal que representa su belleza, tenacidad, perseverancia y fuerza de voluntad; quien se acerca arropada por los brazos de su madre, de lejos parece un cuerpo frágil, sin embargo su transformación es casi mágica cuando observa al equino listo para ser montado.
Con sonidos y gestos pide ser bajada, y con pequeños pero firmes pasos en la misión que emprenderá, camina con ayuda de su mami y sube al noble ejemplar que le da la bienvenida con un leve guiño del ojo; así da inicio a la terapia de 15 minutos con apoyo de instructor.
La conexión está establecida, comienza a relajar los músculos, se ha fundido en el suave caminar del bello equino, pareciera que está tocando la arena y que la zancada es propia, su columna toma una nueva postura y su mirada contagia de ilusiones.
“Desde que nació ha estado en terapias, cuando cumple tres meses de edad estaba en el Centro de Rehabilitación Integral del estado (CRIH), casi a los 8 años la dieron de alta por beneficio máximo, ahora en julio cumple tres años en equinoterapia… En algún momento los doctores nos dijeron que tenía que permanecer estática, que no entendía, pero nos entiende muy bien, está al 100 por ciento mentalmente, tiene mucho movimiento involuntario pero tiene movimientos que hace por su propia voluntad”…
“Es especial, fue una niña muy deseada, ha sido muy fuerte, nos ha dado muchas lecciones de vida, demasiadas diría yo, en que no debemos dejarnos vencer a la primera; ella nos ha demostrado que todo se puede, pero más que nada a ser fuerte, su fuerza de voluntad, esa alegría, que a pesar de todas las circunstancias está contenta, para mí ella es muy especial, me ha hecho valorar todo, valorar a mi familia, valorar cada espacio, cada lugar, cada momento, valorarla a ella, todo lo que puede hacer, cada movimiento de ella lo valoro, eso me ha hecho aprender”.
Refirió con orgullo, satisfacción, inmensa alegría, y un breve y casi imperceptible goteo lagrimal Guadalupe Mata García, madre de Milagros, niña especial con diagnóstico de parálisis cerebral severa, y paciente del Centro Ecuestre y de Equinoterapia de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP).
“Milagros” no solo es una historia de vida, es un caso de éxito, un ejemplo de que la fe y la voluntad mueven montañas, músculos y mentes; una inspiración a la que también se suman Ana Karen y Gabriel Said, junto con miles de pequeños especiales que luchan con el impulso de sus padres y amigos por una mejor calidad de vida.
CEEUPP, proyecto social sin fines de lucro nace en 2005
El Centro Ecuestre y de Equinoterapia de la Universidad Politécnica de Pachuca (CEEUPP), es un Proyecto Social sin fines de lucro, cuyo objetivo es ofrecer una alternativa de terapia para la rehabilitación o habilitación en las áreas: médica, psicológica y pedagógica; a portadores de deficiencias o necesidades especiales, a través de personal especializado con la finalidad de mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
Comienza sus actividades en Octubre del 2005 y queda inaugurado oficialmente el 28 de marzo del 2006 por el Sistema DIF Hidalgo.
En el CEEUPP, fue diseñado para practicar disciplinas como la equitación, monta básica, charrería, endurance, cabalgatas, entrenamiento de equipos de barrileras y adiestramiento en equitación inglesa, sin embargo el área de Equinoterapia, es la que representa mayor impacto social.
Está dirigida a las capas más vulnerables de la sociedad, a 12 años de su operación ha otorgado 18 mil sesiones de terapia a pacientes con diversas patologías; sin embargo, aún se encuentran en lista de espera alrededor de 300 pequeños.
Cabe destacar, que además de las terapias, este centro también apoya en la apertura de nuevos centros de equinoterapia, proporcionando asesoría en la planeación, organización, diseño de instalaciones, programa zootécnico y de entrenamiento para caballos, así como capacitación para su personal.
A lo largo de 12 años, ha participado en importantes eventos como el Primer Encuentro Nacional de Centros de Equinoterapia en México en septiembre de 2006 y en el Primer Foro Latinoamericano de Equinoterapia en agosto del 2007; además de que en él se implementa el Programa de Capacitación a equinoterapeutas de todo el País, con tres cursos de equinoterapia anuales, impartidos por especialistas.
Bajo el lema “Amor y Esperanza. Por la salud al lomo de un caballo”, un equipo de profesionales dan lo mejor de sí, “nuestro estandarte y galardón más preciado es la sonrisa en los rostros de cada niño, de cada jinete y familiar que asiste a nuestro centro, es la fuerza que nos compromete y nos impulsa, la razón que hace que nos sintamos orgullosos de pertenecer a este noble ejército que lucha cada día por el bien de los humanos y de los caballos”.
“El Centro de Equinoterapia es más allá de la imagen institucional”
En su momento, el rector de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP), Marco Antonio Flores González, manifestó que los problemas de difusión y manutención del Centro complicaba su seguimiento, vislumbrando el posible cierre de operaciones y el fin a una alternativa para los pequeños y sus familias; sin embargo, aún se aferraban a la búsqueda de opciones para levantarlo.
“La idea es volver a lanzar el centro de equinoterapia con toda la difusión e impacto social que esto conlleva, finalmente es más allá de la imagen institucional, es el impacto social porque tenemos varios pacientes que a través de los años han tenido una evolución y eso nadie lo sabe, entonces vamos a trabajar en ese esquema”, dijo.
Precisó que históricamente el centro de equinoterapia ha sido un punto fundamental en la UPP, sin embargo el problema radicaba en la falta de difusión, situación que impedía la sustentabilidad.
“Es un tema de impacto social, que está costando mucho, desde el punto de vista económico y de recursos humanos, pasó por la mente ya no seguir trabajando, pero el equipo directivo se ha reforzado y en un consenso global hemos visualizado lo establecido en nuestro plan estatal de desarrollo y los lineamientos que establece ahora nuestro gobernador de dar atención, ser incluyente y tener apertura social”.
Después de más de cuatro meses de análisis, el rector de la UPP manifestó la decisión de seguir luchando por este proyecto, que ha dado nuevas oportunidades a niños y familias que ven en la equinoterapia un rayo de esperanza.
“Replanteamos el centro de equinoterapia, si bien se ha mantenido vigente, hubo una época en la que tuvimos que reducir el personal, hubo otra época en donde tuvimos que reducir los equinos, hemos evolucionado, hemos hecho nuevas propuestas a través de nuestros directivos y ahora hay planes interesantes”, dijo.
