Home General Equinoterapeutas: el equipo “terco” que con pasión y amor se aferra a la noble labor de apoyar

Equinoterapeutas: el equipo “terco” que con pasión y amor se aferra a la noble labor de apoyar

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REPORTAJE TERCERA PARTE
Familiares, parte fundamental para no tirar la toalla

Parte importante del Centro Ecuestre y de Equinoterapia de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP), es el equipo disciplinario encargado de impartir las terapias, a pesar de estar conformado de tan solo cinco personas, médico, dos caballerangos e igual número de equinoterapeutas, la pasión, el amor y la “terquedad” para sacar el barco a flote ha sido la fórmula para continuar con ésta noble labor
Selección de caballos, parte fundamental de la equinoterapia
Juan Carlos Sánchez Garduño, es el encargado del manejo zootécnico de los caballos y coordinador de terapias, tiene en su experiencia 11 años como equinoterapeuta; y toda la vida en el contacto con los equinos.
Y su integración al equipo deriva de sus curiosidad, “tenía la inquietud de dar equinoterapia, en una visita pregunté al encargado si cuando suben al paciente, no se desesperaban los caballos al tener tanta gente alrededor, me dijo que no sabía, porque por lo regular cuando se sienten presionados llegan a responder una forma inadecuada como espantarse o aburrirse, ahí surge la inquietud de invitarme a trabajar”
Dijo, “Yo sabía todo lo relacionado al caballo, su comportamiento, reacciones, manejo básico de los caballos, aquí tenemos cuatro caballos, todos de diferente comportamiento,  para diferente tipo de tratamiento”.
En ese sentido manifestó que parte importante de la equinoterapia es la selección de los caballos, para cada uno de los pacientes, de tal manera que en el CEEUPP cuentan con equinos pasivos, muy pasivos, activos y muy activos; mismos que tienen que ser adiestrados para poder impartir la terapia de manera adecuada.
Sánchez Garduño, explicó que las características que hacen funcionar a esta terapia alternativa son la marcha del caballo, los impulsos que manda al cerebro y la transmisión de calor, “pero de los tres  el más importante es el patrón de marcha, cuando uno se monta en el caballo, en el lugar correcto se establece una conexión que engaña al cerebro, haciéndole creer que va caminando porque el patrón es similar del humano con el caballo, es la misma rotación derecha, izquierda y levantar arriba y abajo, manda la señala al cerebro y la regresa a tendones, ligamentos, músculos y eso hace que cuando el paciente se baje del caballo, esté relajado o cansado porque caminó 15 minutos”.
Agregó, “no hay ninguna terapia que estimule tanto como montar a caballo, el caballo da más de 100 impulsos por minuto y la transmisión de calor sirve en niños que tienen parálisis  cerebral que son muy espásticos, muy duros”.
Manifestó que estas características han permitido identificar avances significativos y por lo tanto generar una completa satisfacción de la labor que realiza, “Es satisfactorio nos damos cuenta del avance, llegamos a ver la evolución, la postura del tronco, la cabeza tiene buena posición, dejan de babear, todos tienen avance pero algunos son rapidísimos, en ocho o 10 sesiones, además bajan relajados, duermen bien, se levantan y se sienta, ruedan en la cama, cosas que no hacían”
Recordó otro de los cientos de casos exitosos tratados en la UPP, “César venía a terapia, después de un tiempo,  el rector le dio oportunidad de trabajar, tenía un retraso madurativo mental, al principio estuvo en terapia y después preparaba los caballos, los cepillaba, y no se le notaba, para el neurólogo que lo atendía fue tanta su sorpresa que quería mandar un grupo de jóvenes con el mismo caso para que fueran atendidos”
Equinoterapia, área más costosa de la UPP
Por su parte Carolina Mendoza Martínez, especialista en educación especial, con el sueño de montar a caballo, conoce de la terapia y se suma al proyecto como responsable del CEEUPP, recordó que en un principio, el centro solo daba terapia a personas con problemas conductuales, es decir, con diagnóstico como autismo, síndrome de down, hiperactividad y déficit de atención, “no eran padecimientos complicados, tenían un solo caballo y estaban registrados solo nueve pacientes”.
Agregó, “cuando me contratan, comenzamos a trabajar con un centro estructurado y conformado, iniciamos con los expedientes, valoración, trabajo pedagógico, psicólogo, médico, 11 personas conformábamos este equipo multidisciplinario”.
Apuntó que derivado de este trabajo, llegaron a tener 72 pacientes, otorgando 25 terapias diarias, “eran sesiones seguidas, teníamos cuatro caballos adentro, además de mucho personal, estábamos caminando bien, conforme pasa el tiempo, la situación económica se torna difícil, comenzamos a optimizar al personal, repartirlo a otras áreas”.
Lo anterior al referir que el centro es una de las áreas más costosas que tiene la UPP, “no generamos nada económicamente aunque si socialmente, al inicio fue que vengan y paguen los que puedan, ahora tenemos una cuota fija de recuperación de 30 pesos”, aunque este recurso simbólico no permite la manutención de los caballos.
El área de equinoterapia cuenta con 12 equinos y mantenerlos tiene un costo aproximado de mil 200 pesos mensuales por ejemplar, “la UPP apoya en ese aspecto, están comprometidos para ayudar a las personas y aportan el capital para que continúe, y poder dar manutención, cuidado, manejo zootécnico y sueldo del equipo”.
“Tenemos el espacio pero hacen falta muchas cosas”
La responsable del CEEUPP precisó que actualmente el centro atiende a 30 pacientes, es decir otorga entre 12 y 15 terapias diarias, en un horario de nueve de la mañana a dos de la tarde; capacidad que corresponde a la cantidad del equipo, pues recordó que en lista de espera se encuentran alrededor de 100 pequeños y adolescentes; y 200 más que son canalizados por instituciones gubernamentales, y para atenderlos es necesario alrededor de tres especialistas por paciente.
Situación a la que se le suman diversas carencias, “Tenemos el espacio, nos hacen falta cosas, en cuestión de infraestructura una pista techada, hay muchos días de lluvia y no podemos dar terapia, oficinas en mejores condiciones, habría que remodelar, necesitamos equipo de protección para los pacientes como  cascos, protección de terapeutas, protección de caballos, que no son económicos pero son necesarios”.
Destacó que con todas las carencias y obstáculos, el equipo ha decidido aferrarse a esta labor, pasión y sueño, y parte fundamental para continuar luchando son los familiares de los pacientes, “nos agarramos de los familiares, porque en el momento que nos quedamos sin personal, se meten a ayudarnos, hemos tenido que capacitar a los papás, además nosotros somos un poco necios”.