Silencio sepulcral ante las provocaciones de EU. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, optaron el jueves por poner sordina sobre la propuesta de Donald Trump de dar por terminado el TLCAN de forma automática a cinco años vista.
Aunque internamente ambos Gobiernos rechazan frontalmente la idea, la estrategia en público pasa por asumir un perfil lo más bajo posible. En contraste, tanto empresarios como especialistas en comercio internacional han levantado la voz contra la última ocurrencia trumpista.
En una comparecencia conjunta en la Ciudad de México en la que la frialdad fue la nota predominante y en la que el premier canadiense no hizo un solo guiño en español -como sí hizo su ministro de Finanzas en su reciente visita a la capital mexicana-, tampoco hubo respuesta a la penúltima propuesta incendiaria del presidente de EU: optar por la vía bilateral en detrimento de un acuerdo a tres, como el que está vigente desde 1994.
Una de las pocas certezas que dejó la rueda de prensa fue que Canadá seguirá negociando pase lo que pase. “No vamos a abandonarla en función de las propuestas que se presenten, ni vamos a reaccionar cuando alguien proponga ideas con las que no estamos de acuerdo”, subrayó Trudeau.
“Escucharemos y nos tomaremos muy en serio las propuestas. Vamos a analizarlas y presentar contrapropuestas”. El presidente mexicano, por su parte, quitó hierro a lo que se dice “fuera de las mesas de negociación”. “Son especulaciones; no le prestaría mayor atención. Estaría bien atento a lo que esté ocurriendo realmente en las mesas, que es desde donde llegará un eventual acuerdo. La premisa es que sea en beneficio de los tres países, que sea ganar-ganar-ganar”, agregó Peña Nieto.
La visita a México del jefe de Gobierno canadiense llega en el momento más crítico para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC): menos de 24 horas después de que EU pusiera encima de la mesa la cancelación automática del acuerdo a cinco años vista si los tres países firmantes no acuerdan antes lo contrario y en medio de un clima de negociación enrarecido por los continuos ataques de Donald Trump al mayor tratado de libre comercio del planeta.