Crisis en Francia por reformas pro empresariales
- Sindicatos exigen que la Reforma Laboral sea retirada. El Gobierno utiliza las reservas estratégicas de combustible tras imponer racionamientos
A cada acción represiva, sindicatos responden con más fuerza. En la escalada de tensión, los trabajadores de la central nuclear de Nogent-Sur-Seine votaron ayer a favor de un paro total del reactor. Otras centrales se disponen a hacer lo mismo. Esta acción ocurre cuando ya hay escasez de combustible en más de 4.000 gasolineras
La batalla entre sindicatos y Gobierno por la reforma laboral afecta ya a millones de ciudadanos y amenaza a sectores estratégicos de la economía. La pugna se centra estos días en los centros neurálgicos de producción y distribución de energía, básicos para el funcionamiento de un país.
Más de dos tercios de las 12.000 gasolineras de Francia registran escasez de combustible. La CGT, principal sindicato, organiza a partir de ayer paros y huelgas en las centrales nucleares, que aportan 75% de la energía eléctrica.
El uso de la fuerza por parte del Gobierno o sus llamadas a la responsabilidad no inciden lo más mínimo en la decisión de llevar las protestas hasta el límite por parte de los sindicatos, convertidos hoy en la oposición real al Ejecutivo y a las políticas del presidente Hollande. “No tenemos ninguna intención de parar”, advierten tanto la CGT como el segundo sindicato, Fuerza Obrera. El líder de la CGT, Philippe Martínez, asegura que llegarán “hasta el final, sin límites”, hasta lograr que la reforma laboral sea retirada.
En varias regiones, desde Var (sureste) a Finisterre (noroeste), los prefectos han difundido edictos para racionar la venta a un máximo de 20 litros por automovilista y prohibir la venta en garrafas para evitar el almacenamiento.
El Gobierno insiste en que no habrá problemas de escasez y que el país dispone de reservas estratégicas para más de tres meses. Sin embargo, la situación es tan grave que ya ha tenido que usar esas reservas. Es la primera vez que se hace desde hace seis años, cuando el entonces presidente Sarkozy afrontó otra enorme protesta por subir de 60 a 62 años la edad de jubilación.
El primer ministro, Manuel Valls, reiteró que se empleará “con firmeza” para levantar los “ilegales” bloqueos que desde el día 19 se han extendido a seis de las ocho refinerías del país y a decenas de los 92 centros de almacenamiento. El martes, fuerzas antidisturbios de la Gendarmería desbloquearon de madrugada la refinería de Fos-Sur-Mer, al suroeste. Sin embargo, cada desbloqueo es seguido de mayores paros y huelgas en el interior de las refinerías. La policía ha levantado también los bloqueos en 11 centros de almacenamiento de combustible.