Encuentran en el municipio a joven extraviado en la CDMX

El vigilante de la Central Camionera intuyó que algo estaba mal con el joven, solicitó ayuda: llamó al DIF municipal, a Seguridad Pública y nada, la respuesta y el apoyo eran prácticamente nulos. Mientras tanto, se mantuvo pendiente durante toda la noche de que el menor no saliera del lugar.

Desde el pasado 31 de diciembre del 2017 era buscado en la Ciudad de México el joven Juan Benigno Vargas Ortiz, de 16 años de edad, quien fue ubicado en la central camionera de Tulancingo el pasado miércoles, y más tarde, entregado a sus padres de familia con un desenlace feliz, afortunadamente; aunque autoridades refirieron que el menor requiere de atención especial.

 

Se informó que el menor arribó a esta terminal de autobuses la tarde del martes, a eso de las 16 horas; sin embargo, su aspecto físico y lesiones en rostro y manos, llamó la atención de uno de los vigilantes del lugar, quien lo contuvo hasta conocer más detalles de su visita a Tulancingo.

 

Desde aquel día, Juan Benigno se mostró hermético y un tanto agresivo; intentó en todo momento salir del lugar para buscar supuestamente a unas tías que viven en el municipio de Tulancingo, pero sin dar mayores detalles sobre ellas.

 

El vigilante intuyó que algo se encontraba mal con el joven, por lo que no le permitió salir del espacio hasta comunicarse con las autoridades locales.

 

Llamó al DIF municipal, a Seguridad Pública y nada, la respuesta y el apoyo eran prácticamente nulos. Mientras tanto, se mantuvo pendiente durante toda la noche de que el menor no saliera del lugar.

 

La mañana del miércoles, al acudir a la cafetería, Juan Benigno se abrió un poco con la encargada y le confesó que salió de su hogar en la ciudad de México; otorgó el número de celular de su mamá y otros datos adicionales que fueron indispensables para dar con el paradero de sus familiares.

 

El vigilante tuvo que acudir a los medios de comunicación locales para solicitar apoyo, “ya que no puedo contenerlo más”; fue entonces que el DIF municipal ahora sí atendió: Se comunicó con la representante de la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer en Tulancingo, Gizele Lara, quien tomó el caso y utilizó los mecanismos de contención necesarios para retener al menor y comunicarse con los padres, hasta poder entregárselos.

 

La subprocuraduría corroboró que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México había activado una Alerta Ámber para localizar al menor; la cual fue desactivada una vez que se dio parte a esta institución y se hizo la entrega física del joven, cuando los progenitores arribaron a la ciudad de Tulancingo.

 

La subprocuradora Gizele Lara Quiroz señaló que Juan Benigno es un menor muy querido por su familia, de hecho, en demasía; por lo tanto se descartó que sufriera violencia familiar; y las lesiones presentadas, se le produjeron durante su estancia estos días en la calle, incluso, no contaba con los dientes superiores.

 

Debido a su situación física, se solicitó el apoyo y valoración de paramédicos de Cruz Roja, sobre todo porque los raspones en cara y manos ya tenían infección.

 

Finalmente, se les recomendó a los familiares buscar ayuda especializada en su lugar de origen y estar al pendiente de su tratamiento tanto médico, como psicológico y legal.

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