*Miles de familias, niñas y niños volvieron a tomar el primer cuadro de la capital, para presenciar el tradicional encendido del árbol de Navidad
El 2019 está comenzando a dejar sus últimas impresiones, una década más está por finalizar, el último mes del año trae una corriente de aire frío, y a pesar de esta baja temperatura, familias pachuqueñas sacan a relucir sus chamarras de colores, bufandas, y en algunos casos gorros afelpados, que vienen de diferentes puntos con destino a un punto en común: la Plaza Juárez capitalina.
El encendido del árbol navideño coincide en un día de la semana -domingo-, en el que se posibilita que las familias enteras, desde los más chiquitos hasta los más grandes puedan disfrutar de un momento en armonía, de paz y de unión, disfrutando de una historia navideña y presenciando de una tradición, que año con año genera muy altas expectativas.
Desde las seis de la tarde el frío aparece, el cielo se oscurece de manera vertiginosa, y cada vez más personas van llenando la explanada principal de la plaza; vendedores de diversos artículos luminosos pasean de un lado a otro, ante las miradas extasiadas de los cientos de niños que se encuentran reunidos, emocionados por tenerlos en sus manos.
Un preludio que ocupa antes del número principal es el show de unos payasos, quienes interactúan ante un público impaciente por saber cómo será el árbol este año; padres, madres, hijas e hijos, observan el escenario principal, en donde se desarrollará el cuento de Navidad, con el que adornan este momento, con un mensaje de unidad, amor y paz para todos los que vivimos en esta tierra.
De un momento a otro, Omar Fayad hace su acto de presencia en uno de las gradas, acompañado en primer lugar de su familia, seguido de sus colaboradores con sus respectivas familias, y ante el público expectante, solo expresa esto: “espero que esté 2020 sea próspero para Hidalgo y todas y todos los hidalguenses”.
Acto seguido, un hilo de fuegos artificiales adornan el momento, mientras que el árbol, de unos 40 metros de altura, enciende una a una sus luces, la niñez mira hacia arriba, con una mirada especial típica de un niño que sabe que la Navidad viene en camino, y que significa también un mes de momentos mágicos.
El cuento de Navidad da inicio, acompañado de un espectáculo de luces, baile y canto; una vez más diciembre ha llegado a Hidalgo, y con él la algarabía del fin de un año con sus altas y sus bajas. Y como dirían en aquel cuento: que en cada uno de nosotros reine la paz, el amor y la esperanza.