En México hay talento pero no hay apoyos: Daniela Liebman

De pronto llega a la sala, viste de color negro, su cabello es largo y su sonrisa bastante peculiar. A pesar de ser una niña, su porte y apariencia son los de una jovencita, a sus  13 años de edad  es considerada como una niña prodigio,es la pianista Daniela Liebman y se encuentra como ponente de la Ciudad de las Ideas, está ahí para responder ante miles de asistentes, se acomoda frente al piano, el silencio se hace presente y la música fluye, inunda el Auditorio Metropolitano de Puebla.

 

 

Una vez concluida su participación, la niña originaria de Guadalajara Jalisco, acepta una entrevista y describe con tristeza su percepción en cuanto al arte en México, “en México hay mucho talento, pero no hay apoyos, la gente no tiene acceso total al arte y mucho menos al aprendizaje de la música”.

 

De igual forma señaló la fortuna que ha tenido al contar con el apoyo de sus padres “me siento muy contenta de tener el apoyo que tengo, sé que hay muchos niños y jóvenes que no  tienen una oportunidad, sin embargo, sí les recomiendo que sigan trabajando duro, que sean constantes que busquen los espacios y que no se desanimen”.

 

Por otra parte, destacó que en general en el país no se cuentan con espacios suficientes para que los talentos mexicanos muestren su trabajo, lo cual se traduce en pocas oportunidades, y tras hablar de la formación educativa destacó “tampoco hay muchas posibilidades de que los niños puedan dedicarse a la música, si yo no hubiera tenido un padre músico quizá no estaría aquí”, aseveró Daniela Liebman.

 

La ganadora del Premio Nacional de la Juventud 2014 en México, destacó que hasta el momento desea continuar como intérprete de obras de músicos clásicos como Mozart, Chopin y otros, sin embargo no descartó la posibilidad de llegar a tener composiciones propias e incluso experimentar con otro tipo de ritmos.

 

En otro tema, la niña prodigio apuntó que la relación de sus padres con el proyecto que realiza cada día es de mucho respeto y apoyo, por lo que negó que con el trabajo que realiza y los ensayos de más de cuatro horas diarias, no disfrute de su niñez, “hago lo que me gusta, la música es mi pasión y me hace muy feliz”, concluyó.

 

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