William Shakespeare, el escritor inglés, acuñó la frase que dice: “Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira”. Sin duda, en México cada quien tiene el país que quiere ver, el del gobierno actual es el de la prosperidad y la abundancia, el de Wall Street, el de los equilibrios macroeconómicos, aquel donde no hay pobres y todos tienen mayores ingresos sólo con el inicio del sexenio.
Está el otro México, el de los más de 55.3 millones de pobres, de los más de 44 millones de hombres y mujeres trabajando en la economía informal o desempleados, el país donde miles de profesionales universitarios se encuentran subutilizados, desempleados; el país sin esperanza, donde es mejor emigrar a otro a buscar mejor surte.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), había informado que el ingreso de los hogares habían caído en 3.5%, en base a una muestra de 21 mil consultados; ahora ha dicho que al considerar una muestra más amplia los ingresos de los hogares crecieron en 2.6%. Sin duda, ello puede ser cierto, todo depende de que hogares se consulten y lo que se quiera decir.
En un país donde la corrupción y el tráfico de influencias son parte de la vida diaria del país, pública o privada, ¿Qué se puede esperar y en qué se puede creer?. Aquí todo, o casi todo, tiene un precio, por lo que cuesta trabajo creer en las cifras de INEGI, del Banco de México o de la Secretaria de Hacienda, pese a los esfuerzos para transparentar la información.
No obstante, en el análisis de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) realizada por el INEGI, indicaba que el ingreso laboral real de todos los hogares, en promedio, es 10% más bajo que en 2006. En términos reales, el gasto de los hogares en 2014 fue, en promedio, 17% menor que en 2006, mientras que entre los más pobres, los hogares del decil I de ingreso, la reducción del gasto fue menor al 4%.
Se puede observar que, el gobierno federal parece más preocupado en cuidar las cifras macroeconómicas que en ver y atender la realidad de un país que se hace pedazos. Ayer jueves, se informó que el aumento de la inflación en septiembre fue de apenas 0.37%, por debajo del 0.42% esperado por el mercado; con lo cual el aumento general de los precios retrocedió de 2.59% en agostoa 2.52% en ese mes. Dice el INEGI que, con ello la inflación anual registró un nuevo mínimo histórico desde 1969y el quinto de forma consecutiva y que,por novena ocasión se ubica dentro de la meta de inflación para 2015, que es de 3%.
La realidad es evidente, sí los ingresos de los hogares se han reducido, producto de un mayor desempleo que no refleja la encuesta de empleo del INEGI ¿Quién puede comprar en los mercados?. De aquí que, ante un mayor desempleo y menores ingresos haya una menor demanda de bienes (productos y servicios), obligando a los oferentes a reducir sus precios, lo que terminará impactando en el nivel general de los mismos, indicando que hay una menor inflación. ¿O a caso Usted va creer que los ingresos de los hogares crecieron en 2.6% y que el desempleo es de apenas 4.7% ó de 4.3%? ¿Cuándo ha estado desempleado, alguna vez ha sido encuestado por el INEGI?
Por último, gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a una mano de obra más barata que en los Estados Unidos y Canadá; así como a la existencia de menores aranceles para importaciones provenientes de terceros países, México se ha convertido en el punto de entrada a los mercados canadienses y estadounidenses libres de aranceles; razón por la cual muchas empresas en el mundo se han instalado en el país, convirtiendo a la industria automotriz en la insignia del gobierno federal.
Wolfgang Eder, presidente ejecutivo de la empresa austriaca Voestalpine, ha dicho que México es el nuevo Detroit para la industria automotriz, por lo que están pensando instalarse en el país, previendo un aumento de las inversiones de las armadoras; sin embargo, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha informado que sus exportaciones de vehículos cayeron en 1.7% en septiembre, producto de la reducción de la demanda en los mercados de Canadá y América Latina. Así que, la realidad de la economía internacional es insoslayable, sobrepasa los deseos y la retorica del discurso oficial que todo lo ve bien y mejorando…
