En marcha, la cuarta República

CONCIENCIA CIUDADANA
    •    Así entonces, lo que en un momento pareció un mero anhelo inalcanzable, es hoy, por obra y gracia de la voluntad de los votantes, un proyecto histórico con el que la nación pueda   terminar no solo con el “estado fallido” –como los agentes norteamericanos nos califican- que nos deja 30 años de neoliberalismo salvaje, sino refundar el estado mismo salvando a la nación de sus saqueadores


Con la toma de protesta de los nuevos diputados federales y senadores ha iniciado a  una nueva etapa en la historia de México que Andrés Manuel López Obrador ha llamado “la cuarta transformación  nacional”;  siendo la primera la independencia de nuestro país, la segunda, la Reforma  liberal iniciada con la constitución de 1857 y la tercera,  la revolución mexicana de 1910, concluida hace mucho tiempo; aunque su permanencia  en el poder nacional se haya prolongado hasta  el primero de julio pasado, cuando la rebelión  ciudadana encabezada por el propio AMLO, hizo añicos por la vía electoral al sistema político-económico aún vigente en el campo de batalla electoral .
El PRI, partido en el poder durante setenta años, cedió la presidencia de la república a la oposición el año 2000; pero en realidad, el programa económico de los gobernantes panistas que los sustituyeron no se distinguía en lo mínimo del sostenido  por el tricolor desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari,  cuando el tricolor tomó el camino de la modernización económica  cediendo al capital privado los recursos nacionales. El PAN, su archienemigo político, no hizo sino continuar la misma política de saqueo, por lo que si sumamos los años de gobierno del salinismo y el panismo, amén del sexenio actual, son 30 años por lo menos en que México quedó prácticamente entregado a las fuerzas capitalistas, mientras la sociedad en su conjunto se hundía en la pobreza, la inseguridad y el imperio del crimen y una guerra interna como consecuencia de la interacción de todos esos factores.
     Aunque lenta, la reacción social fue la esperada:  durante los años en que las elecciones   llevaron y trajeron nuevamente al PRI a la presidencia de la República,  la ciudadanía fue tomando conciencia de que tanto uno como otro partido coincidían no sólo en el mismo programa neoliberal,  sino en la ambición desmedida por  apoderarse de los bienes de la nación;   convirtiendo sus gobiernos en una  fuente de desequilibrio social  nunca antes visto en la historia moderna, que terminó en una creciente inconformidad social y la rebelión política más  importante  que se tenga memoria en el país,  cuyos resultados tienen hoy  a AMLO  a punto de tomar la estafeta presidencial en sus manos  y,  a su partido,  tomando   las riendas del poder legislativo federal  y  el de los de  la mayoría de  los estados del país.
Así entonces, lo que en un momento pareció un mero anhelo inalcanzable, es hoy, por obra y gracia de la voluntad de los votantes, un proyecto histórico con el que la nación pueda   terminar no solo con el “estado fallido” –como los agentes norteamericanos nos califican- que nos deja 30 años de neoliberalismo salvaje, sino refundar el estado mismo salvando a la nación de sus saqueadores.
La cuarta República será un hecho porque la mayoría nacional lo ha decidido así con sus votos, pese a la ironía con que la califican los políticos del viejo régimen, el escepticismo de los incrédulos en sus propias capacidades y la malevolencia de sus enemigos abiertos;  si bien  es cierto que los aparatos ideológicos del estado en proceso de extinción –los medios de comunicación, la propaganda política, las costumbres y los hábitos fraguados durante más de medio siglo de corrupción, simulación y valores entendidos- no dejarán de  incidir permanentemente,  tratando de impedir que las transformaciones necesarias puedan alcanzarse. Más democracia, transparencia pública, información transparente y educación, junto con un gran esfuerzo para disminuir la inequidad económica serán, sin lugar a dudas, las mejores estrategias para que la cuarta República pregonada por quien en pocos días estará gobernando al país, pueda dar los pasos necesarios para alcanzar su misión histórica. El pueblo vot´p por ello y no descansará hasta hacerla realidad.  
Y RECUERDEN QUE VIVOS SE LOS LLEVARON Y VIVOS LOS QUEREMOS A TODOS.
 PERDÓN CON JUSTICIA Y DIGNIDAD.

 

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