En jaque los planes de Trump en Asia

Por las elecciones de Corea

La previsible victoria del candidato progresista en las elecciones de Corea del Sur confirmaría el eclipse de la influencia de EU en Asia

Pese a su alianza desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las relaciones entre Washington y Seúl han atravesado por momentos de graves crisis en especial cuando EU apoyaba a personajes señalados por sus masivas violaciones de los derechos humanos como Syngman Rhee o Park Chung-hee. Irónicamente, el último encontronazo significativo entre ambos gobiernos se registró cuando en EU gobernaba un republicano, George Bush, y en Corea del Sur, un progresista, Roo Moo-hyun
Corea del Sur comenzó a votar ayer en unos comicios presidenciales en los que la previsible victoria del candidato progresista Moon Jae-In puede confirmar el declive acelerado de la influencia de EU en Asia que adelantaba hace días un sondeo del Instituto Iseas-Yusof Ishak, un think-tank de Singapur.
La encuesta ponía de relieve que un 70 por ciento de los consultados -que incluían miembros de gobiernos, empresarios, periodistas y activistas de la sociedad civil- piensan que la reputación de EU en el sudeste asiático ha sufrido un serio deterioro bajo el gobierno de Trump, es menos fiable (54 por ciento) y ha perdido “terreno estratégico” (51,4 por ciento) frente a China.
La misma consulta reflejaba una abrumadora mayoría en torno a la opinión de quien será el principal referente del poder en esa zona en 10 años: China. Los que optaban por EU eran un mero 3 por ciento de los consultados.
El espíritu general que refleja este sondeo se encuentra personificado en Corea del Sur en la figura de Moon Jae-In, un abogado y ex activista en favor de los derechos humanos, que ha recordado que su país debe aprender a decir “no” a Washington.
Si la jornada electoral confirma los vaticinios de las encuestas, que colocan a Moon como favorito con cerca de 20 puntos de ventaja en las encuestas, los sufragios representarían una ingente debacle de los principales aliados hasta ahora de Washington, los conservadores que se mantenían en el poder desde 2008.
“La derecha surcoreana va a sufrir una bofetada similar a la que tuvieron que afrontar los republicanos tras el Watergate”, vaticinó el politólogo Robert Kelly, de la Universidad de Busan.

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