Tula de Allende
• Dicen que no quieren ser víctimas en el futuro de alguna explosión
Vecinos de la comunidad de Iturbe dicen no al paso del gasoducto por su comunidad, al considerar que en un futuro enfrentarán un riesgo de alguna explosión.
Los inconformes, encabezados por el delegado y subdelegado Mario Serrano Navarro y Rubén Serrano Olguín, señalaron que en primera instancia, para permitir el paso de la tubería, solicitaron a la empresa Trans-Canadá la donación de cuatro hectáreas de terreno para obras de infraestructura de su localidad y que al no acceder, su postura es no al paso definitivo del gasoducto.
Marco Antonio Serrano, durante una reunión con la representante legal de la empresa Trans-Canadá, Verónica Esquivel Farías, llevada a cabo la mañana de ayer en la sala de Cabildo y en la que estuvo presente también el director de Gobernación en Tula, Francisco Partido Rodríguez, puntualizó que la tranquilidad de los vecinos no tienen precio y que no va vender a su comunidad, ya que lo eligieron para defender los intereses de Iturbe.
Dijo que los vecinos de la comunidad de Iturbe, en ningún momento, fueron informados por las autoridades competentes, llámese municipal, estatal o federal, sobre el paso del gasoducto y que tenía entendido el trayecto de la tubería tenía otro trazo, pero que debido a que los colonos de San Francisco Bojay no permitieron el paso fue que cambiaron la ruta afectándolos y que eso generó que la tubería pase cerca de la mancha urbana.
El delegado aseguró que las casas habitación están a una distancia muy reducida del gasoducto y que en primera instancia sin conocer el proyecto y mucho menos los riesgos habían solicitado que se diera un beneficio a la comunidad con la donación de cuatro hectáreas de terreno, ya que la mitad sería ocupado para un panteón y la otra para una unidad deportiva.
Asegura que ahora, que conocen el proyecto, la postura es “no al paso del gasoducto por la comunidad de Iturbe”, sumado a que a la empresa Trans-Canadá dijo que se le hace imposible dar respuesta positiva a la comunidad, de ahí que les dejó claro que sigan su trayecto original y esquiven a la localidad de Iturbe. Recalcó que ningún apoyo se compara con la tranquilidad de los las familias de Iturbe, ya que temen riesgos de explosión y que incluso por donde estaría pasando el ducto se encuentran edificadas instituciones educativas.
Por su parte, la representante de Trans-Canadá, Verónica Ezequiel Farías, pidió a los inconformes permitan a la empresa a través de una reunión informativa les presenten el proyecto y les expongan que no existe riesgo alguno para los vecinos, debido a que por la tubería correrá gas natural y no gas LP.
Recalcó que la empresa no está en condiciones de apoyar la petición de la donación de las cuatro hectáreas de terreno, y que lo más que les podía apoyar sería con la remodelación de la plaza pública.
Ezequiel Farías aseguró que la empresa en ningún momento ha violado los derechos de los vecinos de Iturbe y que si comenzaron los trabajos fue porque llegaron a un acuerdo con los propietarios de las parcelas y con los directivos del Ejido de Tula, pero que en tanto no se llegue a un acuerdo los trabajos en ese tramo estarán detenidos y que prueba de ello fue que retiraron la maquinaria, no obstante a que cuentan con todos los permisos municipales, estatales y federales.
La postura de más miembros el comité conformado para dar seguimiento a la problemática, de igual manera es no permitir el paso del gasoducto y cuestionaron el que no se les brinde información clara y avalada por documentos.
Al final de la reunión no se llegó a ningún acuerdo, por lo que el representante de Gobernación, Rodrigo Partido, manifestó que se continuaría con el diálogo entre la empresa Trans-Canadá y el comité representativo de la comunidad.