EL PERFIL Giber Becerra Fecha de nac.: 21-08-1980. Lugar: Hermosillo, Sonora. Puesto: Preparador físico. Trayectoria: Xoloitzcuintles de Tijuana (2016-2017) y Águilas del América (2018-2019). Formación: Egresado de Grand Canyon University en Phoenix, Arizona. Últimos cinco clásicos en CU
Portar la camiseta del América no sólo se trata de orgullo y talento. De nada sirve estar cotizado en millones de dólares, si a la causa no se le pone sacrificio, sudor y músculo.
Pese a que los Pumas y el extenuante calor de Ciudad Universitaria al mediodía están en la agenda americanista, el clásico no modifica el plan de trabajo ya trazado, porque en El Nido de Coapa, siempre se entrena al máximo.
”No trabajamos diferente para un partido contra Pumas. Tampoco corresponde a una sola persona, a un jugador, técnico o masajista, es trabajo unificado. Aunque nos encontremos en nuestro mejor nivel, le inculcamos al jugador más el proceso que el resultado”, explicó.
Giber Becerra, preparador físico azulcrema.
En su labor por mantener a la plantilla a tope, junto al preparador físico José Rangel, Becerra suma el trabajo de adaptación de los nuevos integrantes en El Nido: el colombiano Nicolás Benedetti, volante de 21 años, y el chileno Nicolás Castillo, delantero de 25, este último con una rutina más cargada por iniciar trabajo de gimnasio antes que el resto del plantel presente.
”Los refuerzos se llevan en un proceso de adaptación progresiva. Para el resto, es un proceso sin principio y sin fin, al jugador hay que pensarlo en producto no terminado que puede seguir evolucionando”, destapó Giber como la pieza que permitió el título del Apertura 2018. “Al futbolista hay que desafiarlo y hacerlo encontrar su mejor versión”.
Sin embargo, Becerra Montijo presumió ser más que un instructor de aparatos en un gimnasio, al dejar ver que es un coach del espíritu.
”Mi forma de operar es holística, más allá del plano físico. Claro que nos corresponde el alto rendimiento y disminuir el índice de lesiones, pero es esa parte de ayudar a convertirlos en líderes y forjar su mentalidad. Al momento de actuar en casos de fuerte tensión, como un estadio repleto y donde todo está en juego, se puede estar en buen estado físico, pero si no se está bien mentalmente puede repercutir en un rápido cansancio o en una lesión”, advirtió entre un gesto de orgullo. “Los jugadores pasan gran parte de su vida con nosotros, nos escuchan más que a sus padres”.
Compacto o no el equipo, el músculo en el accionar águila reveló que se rigen bajo un código que, en gran parte, los tiene como los más ganadores de México: “Nos enfocamos en lo que controlamos, el aquí y ahora, más allá de si venían o no refuerzos, eso no tenía que repercutir, se trabaja aquí con lo que tenemos y la responsabilidad de sacarle provecho a la competencia… En el América no hay excusas, no está permitido lloriquear, culpar y quejarse”.
Recuperan piezas. Para alivio del cuerpo técnico americanista, el regreso del francés Jérémy Ménez está cercano. Este martes el galo trabajó al mismo ritmo de sus compañeros, en una semana en la que la mira está en imponer su dominio en el estadio Olímpico Universitario. “Tenemos protocolos de readaptación y vuelta a la competencia. Los jugadores no son máquinas, llevan un trajín, hay que llevarlos con paciencia, vamos de la mano de la ciencia, buscando que vuelvan de la forma más rápida y saludable, sin ponerlos en riesgo, porque podrían sufrir una recaída”, dijo el preparador físico, responsable al voto de confianza que el Piojo y el profesor Rangel le brindaron hace siete años.