En casa de doña Joba 

En casa de doña Joba 
Photo Credit To Ilustrativa

PEDAZOS DE VIDA

Doña Joba es una vecina que tiene  hijas gemelas que se distinguen entre sí por el carácter: Juana siempre fue  más enojona y arisca, mientras que Julia es muy platicadora y casi siempre se andaba riendo de todo. Cuando éramos chicos, antes de salir a jugar, ellas tenían que hacer su “quehacer” como le decíamos a las labores domésticas.

Para no hacer el cuento largo… En aquella ocasión mis primos y yo fuimos por ellas para que su mamá las dejara salir a jugar, pero como todavía no acababan el que hacer decidimos ayudarles a trapear.

El cabrito (como le decíamos a mi primo) aventó el bote de 20 litros de agua al que le habíamos puesto un puñito de jabón Roma, rápido mientras uno barría el otro echaba más agua. De fondo en la radio se escuchaban las canciones románticas que las “cuatitas” siempre ponían para hacer sus labores, los Temerarios. 

Qué íbamos a saber que el trabajo que nos parecía impecable iba a resultar en un concierto a todo volumen en la recámara de la Ceci y la Yanet, mientras doña Joba recién caída por lo resbaloso del piso gritaba pidiendo auxilio sin que pudiéramos escucharla. 

Obviamente, nadie la ayudó a pararse, así que supongo se esperó a que el golpe reposara y luego entró a hacer justicia con la chancla. Esa tarde, las cuatitas ya no salieron a jugar, la radio dejó de sonar y nosotros desilusionados regresamos a nuestras casas. 

Ya después doña Joba contaría su versión, que habíamos vaciado medio kilo de jabón en el bote para trapear y que le habíamos hecho la maldad. La verdad es que solo recuerdo que queríamos ayudar.

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