No ha sido una sorpresa ver como el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Omar Fayad, obtenía la mayoría de los votos en su carrera a la gubernatura del Estado
Los resultados de las elecciones de este 5 de junio confirmaron los pronósticos y mostraron los errores de los partidos. No ha sido una sorpresa ver como el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Omar Fayad, obtenía la mayoría de los votos en su carrera a la gubernatura del Estado, la oposición había mostrado su incapacidad para encontrar un candidato de unidad e ir juntos en los comicios. Ni siquiera podían esgrimir diferencias ideológicas que les impidieran ir juntos en las elecciones, pues ya lo han hecho en otros Estados y mucho dirigentes tienen los mismos orígenes políticos.
Por esa razón, en esta columna habíamos advertido que, al menos en las elecciones a la gubernatura, era ocioso despilfarrar tantos recursos financieros en aras de la democracia, frente a las necesidades de las comunidades de la Huasteca, el Valle del Mezquital y la Sierra Gorda; pues todos conocían los resultados finales, aunque muchos hidalguenses esperaron hasta el último minuto una sorpresa que nunca llegó.
Finalmente, de acuerdo a los resultados preliminares del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), el Senador Omar Fayad ha obtenido el 33.6% del total de los votos contabilizados, frente al 29.5% del candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Francisco Xavier Berganza, que ha señalado irregularidades en el proceso electoral, y el 13.7% del candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), José Guadarrama, antiguo dirigente del PRI.
Las elecciones de los presidentes municipales, como suele suceder frente a tantos aspirantes a la nominación de sus partidos, han mostrado los errores de éstos al no postular a los líderes territoriales, sino preferir acceder a cumplir con compromisos, lo que los ha llevado, a muchos de ellos, a tener resultados adversos.
Como en otras ocasiones en el PRI, donde se deja a los militantes y lideres territoriales de un lado y se postulan empresarios, por así convenir a los intereses de quienes controlan al PRI, al margen de que hayan sido o no militantes o que hayan trabajado para el partido o no, en esta ocasión postularon a la presidencia municipal de Pachuca a Mirna Hernández, y aunque ha trabajado en el Municipio y en su partido, estaba muy lejos del electorado y era más bien una designación hecha desde Bucarlei.
Quizá por esa razón desde un principio el camino estaba allanado para la candidata del PAN, la ex legisladora Yolanda Tellería Beltrán; mostrando que al igual que su tío, Pepe Tellería, quien ganó por primera vez la presidencia municipal en las elecciones de 1999, que los pachuqueños simpatizan con su familia. De tal modo, que después de 13 años de gobiernos del PRI, de nueva cuenta el PAN vuelve a gobernar la capital del Estado.
Los datos preliminares muestran que el PRI y el PAN han ganado la mayoría de las presidencias municipales del Estado. Sin embargo, se percibe un cambio en el Congreso de Hidalgo, donde el PRI y el PRD podrían obtener la mayoría, obligando a los legisladores locales a pactar con el PAN para sacar adelante las iniciativas.
Estas elecciones de producen a 3 años de las elecciones generales de 2018. Entre los electores, la voz popular indica que han castigado al PRI por las decisiones que ha tomado en la conducción del gobierno municipal en estos tres años, sobre todo por la construcción del “Tuzobus” y el impacto que ha tenido en los ingresos de los hogares, al encarecer el transporte y aumentar los tiempos de recorrido. Sí eso fuera así ¿Cuál será el resultado de las elecciones presidenciales, por incumplir las promesas de aumento del empleo y los ingresos de las familias mexicanas del presidente?
Pero al margen de ello, vuelvo ha señalar la importancia de comenzar a trabajar en el Plan Estatal de Desarrollo del Estado de Hidalgo, por parte del equipo del Senador y Gobernador electo, Omar Fayad, pues más que administrar al Estado durante los próximos 6 años la entidad requiere ser transformada para dejar de ser uno de los 7 Estados más pobres del país y continuar expulsando emigrantes al interior de México o a los Estados Unidos; sin esos cambios de fondo de nada servirá la infraestructura en educación existente ni los grandes supermercados, marginados de las cadenas de valor locales.
