El testamento de Marlowe

CINE DE AYER

La encargada de clausurar el espléndido ciclo dedicado a Philip Marlowe el principal personaje de Raymond Chandler (1896-1959),  en la Cineteca Nacional, fue Poodle Springs, una cinta de Bob Rafelson realizada en 1998, que no se había estrenado en México.
La cinta está basada en una novela inconclusa de Chandler, que fue terminada por Robert B. Parker y que muestra a Marlowe (James Caan) ya como un maduro investigador que se ha casado en México con Laura Parker (Dina Meyer), la hija de un millonario involucrado en negocios turbios (Joe Don Baker).
Para comenzar Marlowe se ve injustamente acusado de asesinato al investigar un caso en el que hay bigamia, pornografía y estafa.
Con cada nueva pista que encuentra, Phillip se encontrará un nuevo cadáver que lo involucra con la policía.
El director Rafelson había mostrado su admiración por el género negro con su espléndida versión de El cartero llama dos veces con Jack Nicholson y Jessica Lange.
El casi siempre higadesco Sonny de El padrino, está curiosamente muy en el papel de Marlowe, como un veterano cínico, pero a la vez perdidamente enamorado, lo que no acaba de checar con el carácter del personaje.
Por otra parte, el objeto de su pasión, parece más una hijita caprichosa de papi, que la mujer capaz de domar al héroe de Un largo adiós.
Poodle springs fue pues un digno colofón de un ciclo de homenaje a quien junto con el Sam Spade de Dashiel Hammett, fue uno de los mejores detectives de todos los tiempos. 

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