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El teatro capitalino inaugurado con eventos culturales olímpicos




El teatro capitalino inaugurado con eventos culturales olímpicos



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Mochilazo en el tiempo
    •    “Teatro Ferrocarrilero Gudelio Morales” es el nombre original con el que fue inaugurado, poco podemos encontrar de este personaje a quien debe su nombre uno de los edificios de Ferrocarriles de México




Hace 51 años, el 24 de enero de 1968, nueve meses antes de la masacre de estudiantes en Tlatelolco aquel octubre, en la Calzada Nonoalco se inauguraba un conjunto de edificios del sindicato de los trabajadores ferrocarrileros que en su época costó 21 millones de pesos. Estaba compuesto de 3 edificaciones entre ellas un teatro, el Teatro Ferrocarrilero, considerado entonces el primero en su tipo y de los más grandes en Hispanoamérica. Sus butacas eran acojinadas distribuidas en forma de abanico en secciones inferior y superior, era menor en cupo con el Palacio de Bellas Artes por tan solo 19 butacas.


El inmueble se encuentra en la Avenida Ricardo Flores Magón número 206 casi esquina con Insurgentes, lugar donde se ubicaron gran parte de los edificios de Ferrocarriles de México, ahora algunos de ellos funcionan como viviendas u oficinas, también observamos la estación de trenes de Buenavista, ahora la plaza comercial Fórum Buenavista y la estación del Tren Suburbano. Al entrar a este teatro, lo primero que encontramos, es la pequeña dulcería y los baños, al subir las escaleras se alcanza a ver el piso inferior con las butacas rojas, que en sus años de esplendor fueron verdes. Las paredes están cubiertas con chapa de nogal, con una altura de cinco metros, su proscenio es de concha acústica.


Está equipado con aparatos especiales de sonido para producir efectos de lluvia, nevadas y otros fenómenos climáticos, cuenta con cubículos especiales para traducción simultánea para eventos internacionales, cabina de proyección cinematográfica y un biombo especial que puede transformarlo en un teatro más pequeño. Su capacidad es para mil 881 espectadores. La fachada da la impresión de ser un lugar abandonado, un poco descuidado; en estos días su localización es un punto escondido entre tantos edificios altos. Visto desde avenida Insurgentes, atrás del estacionamiento del centro comercial Fórum Buenavista, se logra notar camuflado con la pintura blanca del edificio el nombre del recinto: “Teatro Ferrocarrilero”.


“Teatro Ferrocarrilero Gudelio Morales” es el nombre original con el que fue inaugurado, poco podemos encontrar de este personaje a quien debe su nombre uno de los edificios de Ferrocarriles de México, “Tres años de lucha sindical” es el resultado más común si buscamos en la web a Gudelio Morales, presidente general de la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos en los años 20, alianza que nació durante el mandato de Porfirio Díaz, siendo la primera de las organizaciones de trabajadores de México que bajo su cargo buscaban apoyo y ayuda para los ferrocarrileros mexicanos. Al constituirse el Sindicato Ferrocarrilero, en el IV Congreso Ferrocarrilero, quien dio inicio a los trabajos como organizador y coordinador fue Gudelio Morales.


La inauguración del Teatro Ferrocarrilero
A la ceremonia de inauguración, aquel 24 de enero de 1968, asistió el presidente Gustavo Díaz Ordaz en compañía del gerente general de los Ferrocarriles Nacionales de México Eufrasio Sandoval y el secretario general saliente del Sindicato, Luis Gómez Z. Frente a una vieja locomotora y una valla de ferrocarrileros con sus uniformes, un ensordecedor ruido de matracas, narraba este diario, se celebraba la creación de uno de los tres edificios de los que consta este conjunto, así como una tienda de autoservicio de la Cooperativa Única Ferrocarrilera.

Después se develó la placa conmemorativa en el patio del complejo arquitectónico.
La construcción estuvo a cargo de La Constructora Arme, S.A de C.V. dirigida por el Ingeniero Gustavo Martínez y el arquitecto Mario Zermeño Hornedo. El acto inaugural de todo el conjunto sindical fue en el Auditorio “Gudelio Morales”, en donde el señor Rubén Moreno Velasco dio el discurso oficial y anunció que las primeras actividades del recinto quedarían a disposición del Comité Olímpico Mexicano, para presentar diferentes espectáculos durante los Juegos Olímpicos de 1968.


Así, en las primeras funciones se presentaron la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Típica de la Ciudad de México, así como bailables del Ballet Folclórico de Amalia Hernández. Este recinto en sus años de popularidad presentó una obra checoslovaca, ícono y revolucionaria en el mundo del espectáculo y la escenografía teatral durante los años cincuenta y sesenta, “La Linterna Mágica de Praga”.


El viernes 13 de septiembre de 1968 se publicaba lo sucedido durante la noche del miércoles en el ensayo general de la compañía de “La linterna mágica de Praga” en el Teatro Ferrocarrilero, lugar que fue adaptado para el espectáculo con pantallas cinematográficas y bambalinas especiales que permitían observar desde cualquier lugar y de forma completa esta presentación. En la cartelera del Teatro Ferrocarrilero de 1968 destacaba la participación del Ballet Folclórico de México, bajo la dirección de Amalia Hernández, junto con la Orquesta Sinfónica Nacional, los cuales presentaron el “Ballet de los cinco continentes” en colaboración con algunos profesores de otros países.


En este escenario tipo italiano – recto, elevado y de frente al público con las laterales libres-, se presentaron algunos eventos internacionales, como el Primer Festival de la Canción Latina en 1969, evento difundido por televisión a nivel mundial y en los más famosos diarios del mundo, donde el cantante José José representó a México ganando el tercer lugar en la segunda edición en 1970. Haciendo una interpretación memorable de la canción “El triste”, en este escenario José José hizo que el público le aplaudiera de pie y se acercara a él hasta el escenario para felicitarlo.


Al ser parte del Sindicato de Ferrocarrileros de México, dirigido por el Partido Revolucionario Institucional, en el teatro “Gudelio Morales” se realizaban todo tipo de eventos políticos, sociales y festejos o conmemoraciones para los trabajadores con diversidad de entretenimiento, espectáculos y regalos. También fue sede de los aniversarios del Sindicato, como el de febrero de 1971 a cargo del presidente Luis Echeverría. Este teatro ha tenido que ser adaptado para diversos eventos debido a su estructura, como en 1974 con la obra “Jesucristo Superestrella”.


“Julissa (actriz y productora teatral) no encontraba un teatro adecuado, entonces decidió hacerlo en el Ferrocarrilero, el cual no es para musicales ya que carece de fosa para la orquesta, por lo que tuvieron que quitar las primeras filas y montar ahí la orquesta. Luego de eso, se convirtió en el teatro donde se estrenaron musicales como ‘Evita,’ ‘La novicia rebelde’, con Lupita D’Alessio y Enrique Álvarez Félix”, así lo platicó Hugo Hernández a EL UNIVERSAL en octubre de 2008. En 1975 este diario realizó “Universo de Súper Estrellas”, un acontecimiento artístico en el que invitó a más de mil de sus suscriptores al Sorteo 119 de la campaña de Suscriptores, donde presenciaron un “gran espectáculo en vivo” con varios artistas, cantantes y actrices de renombre en aquella época, también disfrutaron por primera vez el espectáculo “Jesucristo Superestrella” en el Ferrocarrilero.


Este evento fue considerado uno de los grandes acontecimientos del año, estuvo lleno de personalidades como Irán Eory al piano, la cantante Sola, pero sin duda uno de los números que más emocionaron a la audiencia fue la participación de Angélica María y Raúl Vale. En los años 70, cuando la música disco estaba en auge, la agrupación Tavares causó “Histeria Colectiva” como se narró con su debut en la ciudad, al llenar el Teatro Ferrocarrilero, tocaron solo siete canciones, entre ellas “Es maravilloso”, “La poderosa fuerza del amor”, “Estando contigo”, “No se lleven la música” y “El cielo está perdiendo un ángel”, con las que causaron que muchos jóvenes lograrán subir al escenario a bailar. Pese a su gran historia y haber sido testigo de eventos trascendentes en la capital durante toda una época, hace tiempo que en el Teatro Ferrocarrilero “Gudelio Morales” no se presentan grandes eventos.
Entre sus últimas actividades está la del año 2000, cuando recibió la obra de Don Juan Tenorio, dirigida por Jorge Arvizu “El Tata”, más tarde la primera actriz Marga López se presentó en el monólogo “Al final del camino”.
También han pisado este escenario grupos como Apocalyptica, artistas como José José, Ray Conniff, Raphael, Juan Gabriel, Caifanes, y otras bandas extranjeras como Stoa, una banda alemana que presentó su álbum “Zal” en 2002 en concierto con sonido cuadrafónico. En febrero de 2006 este teatro fue testigo del regreso a los escenarios mexicanos de la banda irlandesa U2 en compañía de la actriz y cantante Mary J. Blige, quienes pasaron horas filmando el video de la famosa canción “One”.
Actualmente el lugar sigue operando como centro de espectáculos, de danza, teatro, comedia y música, concursos de fisicoconstructivismo y fitness, importante recinto cultural de la ciudad que, a pesar de ser poco conocido y lucir abandonado, después de 51 años sigue siendo parte de la cultura y de la historia de esta capital.
Campeonato Femenil de Hip Hop 2017, en el Teatro Ferrocarrilero “Gudelio Morales” Videomemoria, producción de Toma 101 y Foto ArtMx. Nuestra fotografía principal es de 1975, se trata de un sorteo organizado por este diario donde se observa el interior del Teatro Ferrocarrilero, es de nuestro archivo.

Texto: Mariana Rojas Nagore