A pesar de la exhibición que se dio contra Canadá, Gerardo Martino, técnico de la Selección Mexicana, no cambiará de idea, no cambiará formación.

“El Tata” se niega a jugar contra Honduras de entrada con Rogelio Funes Mori y Raúl Jiménez como ejes del ataque, y repetirá su parado: 4-3-3.

Para Martino, no hay por qué modificar: “Cambiar radicalmente una forma de jugar después de casi tres años de hacerlo, pues hay que estar muy seguro de poder hacerlo y de tener controlado el juego en el lugar de gestación”.

Así que, por ahora, que se descarte el romper el tridente Hirving Lozano-Raúl Jiménez-Jesús Corona, por la pareja Funes Mori-Jiménez. “Puede ser que esto suceda en determinado momento, mas no veo tan posible el iniciar un juego de esta manera, solo que estemos muy seguros de enfrentarlo así”.

Contra Honduras habrá que evolucionar y cambiar la cara, la mala cara que se dio contra Canadá: “Debemos buscar que el mensaje que se manda al rival sea de mayor complejidad, que no los aliente al juego de igual a igual”.

Espera a un equipo hondureño, “que vaya a proponer el juego, saben salir de igual a igual. Nunca preparamos un partido para cederle la iniciativa al rival.