Elecciones en Estados Unidos
- Decenas de incidentes en sus mítines; se han agudizado en los últimos días
- Como todo político, culpó a otros por sus propias torpezas. Trump sostuvo que lo ocurrido en Chicago fue “un ataque planificado”, y culpó a “Bernie, nuestro amigo comunista”. Su gente es “amigable”, pero fueron “acosados” por personas que llevaban enseñas de gente profesional. Algunos entonaron cánticos de ‘Bernie, Bernie’ y se pudo ver una bandera comunista durante la retransmisión en CNN.
Nueva York.- Es habitual que el aspirante a la nominación republicana a la Casa Blanca Donald Trump sea interrumpido por un manifestante (o numerosos) durante sus mítines de campaña. A estas interrupciones el empresario suele responder con bravuconería. “Vete a casa y encuentra un trabajo”, dijo a uno de sus detractores en Carolina del Sur.
El ambiente de sus eventos -en los que Trump repasa sus políticas anti-Obama, anti-musulmanes y anti-inmigrantes para hacer ‘América grande de nuevo’- se ha enrarecido notablemente en la última semana. Hasta tal punto, que ayer cuatro miembros del servicio secreto saltaron al escenario para evitar que un manifestante alcanzara a Trump durante su intervención en Dayton (Ohio). Con su avión personal al fondo, el multimillonario dio las gracias a los asistentes que le advirtieron de lo que estaba pasando a sus espaldas. “Gracias por el aviso. Estaba preparado para él, pero es más fácil si lo hacen los policías”, señaló, entre aplausos del público, después de que varios agentes se llevasen al manifestante.
A continuación, prosiguió con su discurso. “Vamos a recuperar la educación, derogaremos ‘Obamacare’, tendremos fronteras tan fuertes que estarán orgullosos”, subrayó antes de criticar al gobernador de Ohio y rival en las primarias, John Kasich. “Él no puede hacer este trabajo”, añadió, jactándose de que la mayoría de la gente no sabe ni cómo se pronuncia su nombre.
El incidente en el Medio Oeste se produjo un día después de que Trump se vio forzado a suspender el acto que tenía previsto celebrar en la Universidad de Illinois, en Chicago, por los violentos enfrentamientos que se dieron entre sus seguidores y detractores.